Un total de seis ministros del nuevo Gobierno de Chile iniciaron este martes una gira por la región de La Araucanía, una zona donde existe un enconado conflicto entre indígenas mapuches y grandes empresas agrícolas y forestales, que lleva militarizada desde el pasado octubre por un aumento de violencia.
La titular de Interior, Izkia Siches, sostuvo en un punto de prensa que las Fuerzas Armadas, el cuerpo policial de Carabineros y el Ministerio de Defensa se encuentran “planificando el desescalamiento del estado de excepción constitucional”, una figura que rige desde octubre y que implica el despliegue del Ejército en la zona.
“Hemos venido a la zona para poder ir desplegando el ánimo de encuentro en un territorio que ha estado marcado por hitos de violencia que requieren la intervención del Estado”, señaló Siches, que asumió el cargo el pasado viernes.
También acudieron a la cita los ministros de Defensa, Educación, Salud, Obras Públicas y Desarrollo Social, que se reunirán con autoridades locales y representantes de la sociedad civil para determinar nuevas medidas que se anunciarán durante la jornada, detalló.
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El aumento de la violencia en el sur se perfila como uno de los mayores nudos del mandato de Gabriel Boric, un exdiputado y antiguo líder estudiantil que asumió el pasado viernes como el presidente más joven y votado de la historia de Chile, detalló EFE.
La visita es fruto del mandato del nuevo mandatario de “desplegarse por el territorio”, agregó Siches.
“Nosotros vinimos a escuchar en terreno a las comunidades y a todos los ciudadanos afectados por la violencia”, afirmó por su parte Jeannette Vega, ministra de Desarrollo Social.
La Araucanía y otras regiones del sur de Chile sufren de manera recurrente episodios de violencia rural, que en el último año han tomado forma de disturbios, ataques a maquinaria agrícola y predios, incendios y tiroteos con víctimas mortales.
Algunos de estos hechos se enmarcan en el llamado “conflicto mapuche”, que enfrenta al Estado y al principal grupo indígena del país que reclama las tierras que habitaron durante siglos y que ahora pertenecen, en su mayoría, a grandes empresas agrícolas y forestales en manos de poderosos grupos económicos.
Para combatir la violencia, el anterior mandatario, el derechista Sebastián Piñera, ordenó el pasado octubre militarizar la zona, una medida que ha contado con el beneplácito del Parlamento pero que ha sido repudiada en numerosas ocasiones por el actual Ejecutivo.
Tanto la izquierda como los movimientos indígenas sostienen que la militarización solo pone más tensión sobre el conflicto y defienden que son necesarias medidas transversales y de largo plazo.
Por: Agencias / Foto: Cortesía