viernes, noviembre 22

Ministro Alvarado: «La automedicación no es recomendable para tratar el COVID-19»

Llegó con su tapabocas ceñido al rostro y empapando sus manos de alcohol. “Estamos en pandemia”, repetía el ministro de Salud, Carlos Alvarado para pedir el alejamiento debido en la sala del Ministerio donde concedió la entrevista a Últimas Noticias.

También chequeó el tema de la ventilación al observar las ventanas abiertas que dejan ver la cúpula del Teatro Municipal. “La prevención es lo primero”, comentó al sentarse en el mesón adornado con muestras de medicamentos empleados para combatir las distintas fases del COVID-19.

Alvarado, médico fisiatra y ocupacional, se desempeña como ministro de Salud desde el año 2018 y a su vez ocupa el cargo de rector de la Universidad de las Ciencias de la Salud “Hugo Chávez”.

Antes de iniciar la conversación, el Ministro descubre que tiene un tapabocas atrapado en una manga de su chaqueta donde lo había guardado como repuesto.

“La tarea más importante que tenemos los venezolanos es cuidarnos, cuidarnos”, dice entre risas por el sorpresivo hallazgo.

-¿Cuál es la situación de la pandemia en Venezuela?

-Una pandemia se decreta cuando una enfermedad aparece de manera imprevista. Empezó a crecer en todas partes del planeta y Venezuela no escapó a ese crecimiento. Esta pandemia tiene en Venezuela dos picos; en otras partes del mundo ya ha tenido tres y empieza a verse un cuarto pico, que son momentos en que el número de casos comienza a aumentar. Esto hasta que no ocurra la situación definitiva que ayude a terminar la pandemia, por ejemplo, que todo el mundo se vacune y que la vacuna sea efectiva contra todas las variantes que existen o cuando el virus mute hacia formas mucho menos agresivas y se convierta en una enfermedad común como pasó con otras enfermedades.

-¿Cómo se comporta ese segundo pico en Venezuela?

-Venezuela está en este momento en pleno ascenso, en el tope de la segunda ola. Esto obedece, según los análisis hechos en la Comisión Presidencial, a la presencia de una nueva variante que se generó en Brasil y que causó estragos en el norte de esa nación, Manaos, frontera con Venezuela. Los estudios han demostrado que esa es una variante mucho más contagiosa y se transmite más rápido que la originaria. Y cómo se transmite más rápido, enferma a más personas, por lo tanto hay mayor demanda de los servicios de salud. Las personas a los tres días empiezan a presentar síntomas mucho más floridos, se agrava con más facilidad y aumenta la mortalidad, eso está pasando en este momento. Una de las tareas más importantes en este momento de pico, es la promoción de la salud y la prevención.

-¿En qué consiste la prevención de esta enfermedad?

-Tiene dos dimensiones. En una primera, la gente tiene que conocer la enfermedad, familiarizarse con los mecanismos de trasmisión, saber qué cosas puede y qué cosas no puede hacer para evitar la enfermedad. Y, la prevención específica tiene que ver con lo que diariamente el presidente Nicolás Maduro señala: el uso correcto de la mascarilla en todos los ambientes.

-¿Incluso dentro de la casa?

-Dentro de la casa si hay alguna persona que tenga síntomas o que sospechemos que ha estado en contacto con un positivo, la gente debe usar el tapabocas. Del resto no es necesario porque se supone que es un núcleo cerrado. El tapabocas siempre que salgamos de casa y al regresar, higienizarnos, es decir, lavarnos, desinfectarnos.

-Para ese proceso de desinfección la gente empezó a hacer gárgaras de limón con bicarbonato. ¿Eso ayuda?

-No hay investigaciones concluyentes. Hay quienes señalan que el uso de gárgaras con desinfectantes locales podría ayudar, sin embargo, nosotros como Ministerio de Salud no podemos decir ‘esto es una medida comprobada y probada a nivel mundial’. Lo que sí está comprobado en muchos estudios es que las infusiones calientes contribuyen muchísimo a la reducción de la reproducción del virus. Él es muy sensible al calor. Eso desde el punto de vista de la medicina natural. De hecho nuestras abuelas utilizaban las infusiones calientes o un caldo de sopa cuando alguien se sentía con malestar.

-Hemos observado mucha gente automedicándose con Ivermectina, por ejemplo. ¿Qué opina?

-Una vez que la persona se enferma, el virus (que entra por la nariz o la boca) comienza a reproducirse inicialmente en la garganta y en la mucosa nasal. Cuando empieza a reproducirse salen los primeros síntomas: malestar general, dolor de garganta, puede haber fiebre. Allí es donde ocurre lo que tú preguntas, la automedicación. Pero ese es un virus que camina muy rápido. Si yo sumo los síntomas, puedo tomarme un acetaminofén y esperar unas horas, pero si eso sigue, tengo que hacerme la prueba. Evitar automedicación. ¿Por qué? Porque este virus, especialmente con la nueva variante, la reproducción es muy rápida y el avance es muy rápido. Y si no se evalúa…la gente sale cuando tiene dificultad respiratoria y en ese punto ya el virus no está en la garganta, el virus ya pasó a las vías respiratorias. Entonces es mucho más difícil su manejo y es un paciente que va a requerir probablemente oxígeno.

-¿Qué recomienda a los que se automedican?

-Evitar la automedicación. Es cierto que ahorita con el Internet cualquiera busca ‘tratamiento para COVID’ y aparecen una cantidad de medicamentos. Pero resulta que todos esos medicamentos no son indicados para todas las personas: hay mujeres embarazadas, personas con alguna enfermedad previa o pueden tener otra enfermedad, como por ejemplo malaria, paludismo. Paludismo te da con fiebre, malestar. Entonces si yo me empiezo a tomar medicamentos para COVID teniendo malaria, imagínese la situación que puedo causar. De allí que la automedicación no es un tema que nosotros recomendamos nunca. La persona tiene que consultar a un médico y éste defina si hay posibilidades de que eso sea un COVID y le mande a hacer la prueba. Y si hay sospecha de COVID, inmediatamente la atención integral, que implica separarlos de su núcleo familiar. Vamos a protegerte y vamos a proteger a tu familia.

-Algunas personas que se automedican dicen sentir mejoría.

-Esa es otra de las características negativas de la automedicación: la gente siente que como se está tratando, no se van a complicar. Eso no es así. No es una norma matemática. Por ejemplo, si yo me estoy tomando Ivermectina, no significa que la enfermedad no va a avanzar. La Ivermectina, está demostrado, disminuye la replicación de los virus y puede dar de formas más suaves.

-Pero ese medicamente lo cuestionó recientemente la Organización Mundial de la Salud (OMS).

-Siempre hay estudios a favor y estudios en contra. La Ivermectina en particular es un medicamento que tiene muchos años en el mercado y sus efectos secundarios son pocos. Y hay estudios que avalan que disminuye la replicación del virus en el organismo, por lo tanto nosotros lo incluimos en el protocolo. Siempre hay quien lo cuestione y eso con todos los medicamentos, incluso con el Remdesivir que es uno de los más aceptados en el mundo.

-¿Todos los pacientes de COVID tienen que usar el Remdesivir?

-No. Hay un protocolo y lo voy a decir como está acá. Pero no quiero que después vayan a decir: ‘esta es la receta que dijo el Ministro y voy a hacer lo que dijo el Ministro y me quedo en mi casa tratándome’. No. Cada caso debe ser tratado. Lo primero: protección especial de pacientes confirmados y sospechosos, ingresarlos en centros de salud. Ya lo hablamos. Los asintomáticos y con síntomas leves, en hoteles sanitarios, hospitales de campañas, CDI, con evaluación médica diaria. Deben haber cerca de 4 mil hoteles sanitarios en todo el país; porque estamos en pico alto.

-¿Y cuál es el protocolo para los pacientes moderados y graves?

-Los casos moderados y graves se atienden en los hospitales centinelas que suman 62 en todo el país. En ellos tiene que haber unidades de cuidados intermedios, terapia intensiva y oxígeno. Dos veces al día hay que medirle al paciente los signos vitales: la tensión, frecuencia cardíaca, frecuencia respiratoria, saturación de oxígeno. Por eso tiene que estar presente un personal de salud.

-Cuando a la persona le informan que salió positivo para covid-19 entra en un proceso de angustia. ¿Cómo manejar ese momento?

-Cuando le diagnostican COVID, la gente entra en un proceso de desesperación, piensa que se va a complicar, tiene un vecino que murió…entonces entra en ese proceso de angustia. De allí que las actividades de estiramiento y relajamiento son muy importantes para mantener la calma.

-Hay personas que se tratan en su casa bajo supervisión médica. ¿Eso es saludable?

-Preferimos que no se haga para evitar el contagio en casa. Pero en algunas ocasiones que se haga, tiene que ser con algunas condiciones particulares: que sea supervisada por un médico, por un personal de salud que conozca y que esa persona esté en condiciones de aislamiento de su núcleo familiar. Nos está pasando: hay núcleos familiares completos que se contagian y eso tiene que ver con la primera persona que tuvo síntomas y no se aisló. Y si requiere oxígeno, éste debe administrarse en un centro de salud. Eso de tener bombonas de oxígeno en la casa, no es recomendable, porque si el paciente se complica en la noche, quién lo va a atender.

-¿Cuáles son los medicamentos aprobados por el Ministerio de la Salud para tratar el COVID-19?

-Aquí tenemos la lista de medicamentos incluidas en nuestro esquema terapéutico: Interferón (mejora la respuesta inmune), Ivermectina o Cloroquina (reduce la carga viral y mejora la respuesta inmune), los antivirales como Remdesivir y Favipiravir que reducen la cantidad de virus y evitan su reproducción. Nosotros no recomendamos el uso del Remdesivir en casa, porque es un medicamento que se utiliza por vía endovenosa y cuando se utiliza es porque el paciente tiene una condición moderada de mucho cuidado. Otro medicamento que utilizamos es la aspirina o los anticoagulantes, porque uno de los efectos de la enfermedad en el organismo es que aumenta la generación de coágulos y puede producir una trombosis pulmonar.

-El protocolo también incluye antibióticos.

-Sí. Allí tenemos la Azitromicina. Ella no actúa sobre los virus, pero muchas personas con problemas virales se sobreinfectan con bacterias. También hemos incluido la Colchicina para prevenir la fibrosis pulmonar en pacientes más avanzados. Hay otras terapias complementarias usadas aquí como la ozonoterapia, que mejora la respuesta inmune y aumenta la oxigenación de tejidos. Y nuestro medicamento nacional el famoso Carvativir, que reduce la replicación del virus y ayuda al desarrollo de la inmunidad para prevenir las formas graves de la enfermedad. Esto no significa que ninguno de estos medicamentos evita que te enfermes pero si evita que la cosa se complique.

-Está pendiente un estudio de la fase 3 del Carvativir para su reconocimiento por la OMS. ¿Ya está concluido?

-Ya está terminado, está en su revisión para la publicación que exige la OMS para reconocerlo como medicamento. Tiene que tener sus estudios de fase 1, 2 y 3 publicadas en revistas internacionales. Hasta ahora el Carvativir está reconocido por el Ministerio de la Salud como producto natural con actividades terapéuticas. Es un producto que proviene de plantas autóctonas de Venezuela. Es para conseguir que la enfermedad sea asintomática o muy suave; porque es importante entender que no hay ningún medicamento que evite que la persona se enferme.

-¿Ni siquiera las vacunas?

-Esta primera generación de vacunas atenúan las formas de la enfermedad. Evita que esas formas sean graves. La vacuna te mete en el organismo algo que se parece al virus, no estás inyectando virus. Las vacunas desarrollan en el organismo defensas contra el virus. Si yo estoy vacunado y entro en contacto con el virus, ya tengo anticuerpos que inmediatamente actúan sobre ese virus. Una persona vacunada puede ser trasmisor de la enfermedad y puede tener la enfermedad.

-¿Cuál es el estatus de la vacunación en Venezuela?

-Como bien sabes estamos en una situación de bloqueo, de guerra económica, sometidos a medidas coercitivas unilaterales. ¿Por qué digo esto?, porque Venezuela tiene recursos en sus cuentas en el exterior suficiente para comprar todas las vacunas para toda la población. Sin embargo, no tenemos acceso a esos recursos por el bloqueo. Para nosotros acceder a las vacunas tenemos que hacer 10 veces más esfuerzos que cualquier otro país. Luego tenemos acceso al mecanismo Covax y podemos acceder hasta el 20% de las vacunas que necesita el país. Pero los recursos para pagar el fondo Covax son los recursos que estamos buscando liberar.

-¿Y cómo van adquirir las vacunas?

-El Presidente nos ha instruido buscar todas las alternativas. Tenemos alianzas, por ejemplo con Rusia. Con ellos firmamos un documento para la adquisición durante este año 2021 de 10 millones de dosis. De esas han llegado 300 mil vacunas para 150 mil personas, porque son dos dosis. Luego tenemos 500 mil dosis de vacunas chinas que nos han llegado para 250 mil personas.

-¿Ya se utilizaron todas esas dosis?

-Están en proceso de aplicación las segundas dosis y de las últimas que llegaron la semana pasada (Semana Santa) todavía están colocando las primeras dosis.

-¿A quiénes están vacunando?

-Como en todos los países, la primera línea de personas a vacunar son los trabajadores de la salud. Tenemos 230 mil trabajadores de la salud vacunados, de aproximadamente 350 mil, con al menos una dosis, algunos con dos dosis. El resto de las vacunas se ha priorizado para adultos mayores con más de una patología, que son 4 millones. Después, adultos mayores institucionalizados, que están en geriátricos, allí son 10 mil. Luego tenemos para trabajadores que no han parado sus servicios en la pandemia: los que trabajan en el transporte de oxígeno, alimentos, agua, bomberos, Protección Civil, entre otros. También empezamos a vacunar a un grupo de educadores que son un millón 200 mil. Eso cuando pensábamos que las podíamos iniciar clases en abril. Nuestra meta en el plan nacional de vacunación, es vacunar el 70% de la población, eso implica 22 millones de personas.

-¿Cuándo inicia esa vacunación general para toda la población?

-Cuando lleguen las vacunas. Volvemos al tema del bloqueo y las dificultades. Nosotros estamos haciendo mecanismos, recurriendo a toda nuestra diplomacia, nuestros aliados en el mundo. El acceso a las vacunas es un problema mundial, no es un problema solo de Venezuela. Aquí hay países como Canadá que tiene vacunas suficientes como para vacunar dos veces a su población. Estados Unidos tiene ya millones de personas vacunadas, Europa también. Ellos, que son los países ricos y además los productores de vacunas, han concentrado la mayor cantidad de vacunas. Las vacunas están concentradas en 10% de los países. Esa inequidad, nos ha hecho reinventar cosas.

-El año pasado inspeccionaron unas plantas para fabricar vacunas en Venezuela. ¿Cómo marcha ese proyecto?

-Inicialmente cuando hicimos el convenio con Rusia, existía la posibilidad de fabricar o al menos envasar vacunas. Pero esas vacunas se conservan a menos 20 grados y las condiciones de fabricación y almacenamiento son difíciles para Venezuela. Para nosotros tener la Sputnik en todo el país tuvimos que comprar congeladores con -20 grados y además conectarnos en sitios donde teníamos certeza de que hay un circuito de una planta eléctrica que lo proteja y pueda ser transportado en camiones de menos de 23 grados. Tuvimos que hacer una inversión e ingeniería para poder llevar la Sputnik a los diferentes lugares del país. La inversión para fabricar vacunas en Venezuela es muy alta.

-¿Qué alternativas exploran?

-Tenemos una alternativa más cercana, otro aliado, que es Cuba. Justo en estos días estamos en ese proceso de inspección de nuestra planta de vacuna con los expertos cubanos para ver si podemos comenzar a producir la vacuna cubana en Venezuela. Si se concreta, nos va a aliviar el proceso de acceso a las vacunas.

-¿Y esa idea de que los privados importen vacunas en qué quedó?

-El Presidente nos ha dicho: si los privados cumplen las características y las condiciones, bueno hay una cantidad de requisitos que debe cumplir cualquier persona que quiere traer medicamentos de fuera. Tiene que garantizar que el medicamento es efectivo, que se conservó y trasladó en condiciones ideales. Entonces, se les autoriza y el Estado se las compra para la población. Porque de lo contrario se va a presentar una situación de inequidad: el que tenga plata se vacuna y el que no tenga, no se vacuna.

-¿Se está en el proceso de estudio si estos privados cumplen los requisitos?

-Correcto. En eso estamos en estos momentos. Ellos tienen que traer toda su documentación. Si yo soy un privado y quiero traer vacunas chinas, por ejemplo, yo tengo que demostrarle al Estado venezolano a través del Ministerio de Salud que esa vacuna que estoy trayendo es original, que fue producida allá…tengo que demostrar que el producto que estoy trayendo es bueno y eso tiene un proceso. Porque la falsificación de vacuna ya existe. En el mundo están circulando vacunas falsas. Todo el mundo quiere vacunas. Es normal. Y nosotros estamos haciendo todo lo posible para traer vacunas para todo el mundo.

Por: Agencia