Una de las mujeres más destacadas de las Fuerzas Armadas de Canadá, la teniente coronel Eleanor Taylor, decidió abandonar el Ejército en repulsa por lo que calificó de “uso inapropiado del poder para la explotación sexual” de mujeres en las Fuerzas Militares del país.
Taylor, hasta ahora subcomandante del Grupo de Brigada 36 del Ejército de Canadá, una de las mujeres más condecoradas de las Fuerzas Armadas y veterana de combate en Afganistán, escribió en su carta de dimisión, hecha pública este miércoles por medios de comunicación canadienses, que está “asqueada” por las acusaciones contra la jerarquía militares canadienses.
“Me repugnan las investigaciones en marcha entre nuestros principales líderes por malas conductas sexuales”, explicó la teniente coronel, que añadió que “desgraciadamente” no está sorprendida por estos casos.
“También estoy segura de que la magnitud del problema todavía no ha sido expuesta. Durante mi carrera, he observado el uso pernicioso e inapropiado de poder para la explotación sexual”, agregó.
La dimisión y carta de Taylor se conocen después de que los dos principales líderes de las Fuerzas Armadas de Canadá se vieran obligados a dimitir entre acusaciones de malas conductas sexuales con subordinadas.
En enero de 2021, el general Jonathan Vance, entonces jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Canadá, se retiró entre acusaciones de que había tenido relaciones inapropiadas con dos subordinadas. Poco después, la Policía Militar inició una investigación de las acciones de Vance.
El Parlamento canadiense y el Ministerio de Defensa también han iniciado investigaciones independientes sobre las supuestas relaciones sexuales inapropiadas del general.
Su sustituto al frente del Estado Mayor, el almirante Art McDonald, se vio forzado a presentar su dimisión el 25 de febrero, al mes de asumir el cargo, después de que el Ministerio de Defensa iniciara otra investigación por una supuesta mala conducta sexual cometida por el militar.
Las acusaciones contra el almirante canadiense se refieren a un incidente ocurrido 2010 en el navío de guerra HMCS Montreal con una subordinada.
Taylor señaló en su carta de dimisión que ha sido “tanto una víctima como participante en este dañino ciclo de silencio” y que no está orgullosa de ello. “No me da ningún ánimo saber que estamos ‘investigando nuestros principales oficiales’. Estoy asqueada de que hemos tardado tanto tiempo en hacerlo”, aseguró.
La problemática de los abusos sexuales y las relaciones inapropiadas de oficiales con subordinados se ha convertido en un grave problema en las Fuerzas Armadas y la Policía Montada de Canadá, las dos principales fuerzas de seguridad del país.
En 2015, un grupo de exmilitares, muchos de ellos mujeres, creó una organización de apoyo a las víctimas de abusos sexuales en las fuerzas armadas.
En 2019, el Tribunal Supremo de Canadá aprobó un acuerdo por el que las autoridades pagarían 900 millones de dólares canadienses (unos 700 millones de dólares estadounidenses) a las víctimas de acoso y abusos sexuales en las fuerzas armadas.
Por Agencia