miércoles, noviembre 6

Miles de escoceses despiden a Isabel II en la catedral de Saint Giles

Largas colas de escoceces se visualizan este lunes en las cercanías de la Catedral de St. Giles, en Edimburgo, para despedir a la reina Isabel II en la capilla ardiente de la reina Isabel II que se efectuará durante 24 horas.

El féretro se dispondrá en una sala abierta del lugar para que la población pueda honrar a la monarca antes de partir a Londres, donde el miércoles comenzará el velatorio oficial en la Abadía de Westminster.

Los cuatro hijos de Isabel II guardaron vigila junto al féretro de su madre.

El rey Carlos III, su primogénito, junto con la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo, se manutuvieron en pie, en silencio, alrededor del ataúd durante unos diez minutos.

Los guardias del Regimiento de Escocia, con sus faldas tartán y sus boinas escocesas, flanquearon el coche fúnebre a lo largo del trayecto, colorido pero marcado por la visible tristeza de la gente.

Afuera del templo, a ambos lados de la avenida Royal Mile, por donde pasó el cortejo, miles de personas se agolparon desde temprano detrás de las barreras para ser testigos de este momento histórico.

En St. Giles, el reverendo Calum MacLeod ofició un servicio religioso, al que fueron invitados la ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, representantes del sistema judicial de la región, personalidades destacadas del deporte y la cultura, así como de organizaciones educativas y juveniles.

«Nos reunimos para despedirnos de nuestra difunta monarca, cuya vida de servicio a la nación y al mundo celebramos. Y cuyo amor por Escocia era legendario», dijo MacLeod a la congregación.

En la misa se escuchó música de Johan Sebastian Bach, William Byrd, Henry Purcell y Thomas Tallis.

Una británica que desde esta mañana se colocó ante la catedral, Carol Sharples, dijo a EFE que quiso venir porque «Edimburgo es una ciudad hermosa, histórica y un lugar adecuado» para que los restos de Isabel II reposen en la catedral antes de ser llevados a Londres.

Por: Agencia