El jonrón 500 de Miguel Cabrera Torres lo inmortalizará como el primer venezolano en alcanzar esta hazaña en la carrera de un jugador en las Grandes Ligas.
Cabrera pasó 14 de sus 19 temporadas con Detroit, por eso no es de extrañar que los equipos que recibieron más muestras de su poder sean sus rivales de la División Central de la Liga Americana. La lista la encabezan los Indios de Cleveland, con 50.
En su registro Miguel Cabrera logró que 7 de sus jonrones hayan servido para dejar en el terreno al contrario. Entre ellos está el que bateó el día de su debut en las Grandes Ligas, el 20 de junio de 2003, contra Al Levine del equipo Devil Rays de Tampa Bay, en el inning 11 y con el juego empatado a 1. Para esa época solo tenía 20 años de edad.
Los cuadrangulares de “Miggy” Cabrera fueron contra 345 lanzadores diferentes. Entre los épicos está su gran slam número 100 que se lo conectó a Chris Schroder, de los Nacionales de Washington el 23 de agosto de 2006. Tres años después (23 de agosto de 2009) logró el estacazo 200, ante los envíos de Michael Wuertz (Atléticos de Oakland).
A Cabrera se le conoce más por su poder que por su velocidad. No se ha robado ni una base desde 2016 y en los 9.491 turnos al bate que ha acumulado en casi dos décadas, no tiene jonrones dentro del campo.
Su familia y el béisbol pilares de su vida
José Miguel Cabrera Torres nació el 18 de abril de 1983, en el barrio La Pedrera, de Maracay, estado Aragua. Aprendió a jugar pelota con su tío y para hacerlo solía saltarse la cerca de la casa de su abuela Berta Torres y así llegar al estadio que estaba ubicado al fondo, esas eran las “famosas caimaneras”, relata el maracayero en una entrevista concedida al periodista Tony Carrasco. Para esa época en el liceo pertenecía a la selección de voleibol, pero tuvo que dejarlo porque el béisbol le absorbía demasiado, incluso perdió una beca para entrenar en Suiza.
Prefirió jugar a la pelota porque tenía el respaldo de sus padres: Miguel y Gregoria Torres; ambos vinculados con esta disciplina. “Papá era latonero y pintor de carros, además era el manager del equipo, donde jugaba y mamá perteneció a la selección estatal de softbol femenino. Por ello en cada partido la exigencia era mayor, hoy al ver los frutos no tengo palabras para agradecerles”. Afirmó el grande liga.
Por supuesto reconoce el invaluable apoyo de su esposa Rosangel Polanco, quien fue su novia en el liceo; “Ella ha hecho un excelente trabajo con nuestros hijos: Rosangel, Isabela y Christopher. La familia y el béisbol son los pilares fundamentales de mi vida”, afirmó Cabrera.
Comenzó jugando profesional con los Tigres de Aragua y el 2 de julio de 1999 es contratado por los Marlins de La Florida, por 1.8 millones de dólares, que fue la bonificación más elevada que ningún pelotero amateur del país había recibido antes, allí estuvo durante seis temporadas (2003-2009). Todo el dinero que recibía se lo entregaba a sus padres y se quedaba con $100, que era el pago que le correspondía por las Ligas Menores, porque su meta era ganarse, con esfuerzo, lo que merecía sin ostentar lujo. Así lo afirmó en declaración a Yancen Pujols, del programa Círculo de Grandes Ligas, que se transmite en República Dominicana.
Con 21 años, consiguió su primera temporada con más de 30 jonrones y asistió a su primer Juego de Estrellas. Además de once viajes al clásico de la mitad de temporada, cuatro títulos de bateo, siete “Bates de Plata” y ser el primer venezolano en obtener el premio al “Jugador Más Valioso”, galardón que consiguió en dos ocasiones consecutivas (2012 y 2013), según datos publicados por el periodista deportivo Fernando Conde.
Su primer anillo de campeón
En 2009 firmó con los Tigres de Detroit un contrato por ocho años, el décimo más lucrativo en la historia de las Grandes Ligas. Recuerda Miguel Cabrera con emotividad que se encontraba disputando su primera Serie Mundial, frente a los Yankees de New York y se enfrentaba a uno de los mejores lanzadores de la historia: Roger Clemens. Eso no lo amilanó, logró desaparecérsela a Clemens en un turno inolvidable y con eso contribuyó para que los floridanos consiguieran su segundo título de la Serie Mundial, el cual también fue su primer anillo de campeón.
En 2012 entró en la historia de las Grandes Ligas y de su franquicia cuando obtuvo la triple corona de bateo, algo que no sucedía en Estados Unidos desde hacía 25 años, siendo además el primer jugador latinoamericano y de los Tigres de Detroit en lograrlo. Es una gesta que solo han conseguido quince bateadores en siglo y medio de historia. Esta superestrella con sus registros deja claro que será una referencia mundial.
Nuevos récords
Lideró la Liga Americana con promedio de .348 y tuvo 44 jonrones y 137 carreras impulsadas, sobre Chris Davis (Baltimore). Cabrera superó a Davis y a Mike Trout (Angelinos) por el mencionado premio.
Fue seleccionado en el 2017 como parte del equipo Todos Estrellas de la historia del Clásico Mundial de Béisbol.
El domingo 25 de julio de este año, Cabrera ligó el imparable 2.933 de su carrera contra el relevista Daniel Lynch, en el inicio del noveno inning, en ese partido los Tigres de Detroit sufren un revés de 6-1 ante los Reales de Kansas City, en el Kauffman Stadium. Con ese petardo superó en el lugar 38 de la historia a Willie Keeler, otro miembro del Salón de la Fama, quien tenía marca 2.932 lograda en 16 de los 19 años en los que actuó en la Gran Carpa, entre 1892 y 1910.
Ya Miguel Cabrera superó el liderato de Frank Robinson de 2943 hits, la marca impuesta ahora por “Miggy” es 2951 imparables.
La meta próxima es batear 3 hits para pasar el puesto 37 de la historia que ostenta Barry Bonds (2.935), con 1 extrabase reemplazará en el puesto 21 de la historia a Eddie Murray (1.099). Está a 5 bases alcanzadas para asumir el lugar 21 que ocupa Mel Ott (5.041) y con 2 dobles se adueña del puesto 19 que tiene Todd Helton (592).
La humildad por delante
Aunque tiene una trayectoria brillante, Cabrera manifiesta que el dinero solo tiene el valor para solventar las necesidades básicas, darle comodidad a su familia; a él no lo obsesiona. Considera que los valores que le inculcaron en su hogar son su mayor riqueza.
Entre sus gustos está la comida dominicana, admite con buen humor que no sabe cocinar, es quien lava los platos. De la música le gusta la salsa y los temas de Oscar de León; aunque dice tener 2 pies izquierdos para bailar. La mayor diversión es compartir en familia y con sus amigos. Admira a David Concepción y en especial a Oswaldo Guillén por su estilo de juego, además fue un apoyo en sus inicios. Agradece y reconoce que muchos jugadores lo estimularon y apoyaron en el béisbol.
Una de estrellas de la gran carpa, Albert Pujols, de Los Ángeles Dodgers, definió a “Miggy” como el mejor bateador derecho que ha visto en su vida.
Mientras que para Omar Vizquel, “Miguel es un excelente jugador con un potencial que le permitirá llegar muy alto en las Grandes Ligas, dejará un legado histórico”, expresó a medios internacionales, luego de que Cabrera lo superara en el récord que poseía con más hits.
En total, Cabrera necesitó de 10 mil 551 viajes al plato para desplazar a Vizquel, quien conectó sus 2 mil 877 hits en 12 mil 13 apariciones legales durante una carrera de 24 temporadas. La marca de “Miggy” es 2951 hits.
Ante la posibilidad del récord que impondrá Cabrera, la MLB ordenó marcar las pelotas, correspondientes a los turnos de “Miggy”, para garantizar el resguardo de la esférica que hará historia con el jonrón 500. En 150 años del beisbol del máximo nivel con más de 20 mil jugadores, solo 27 han logrado ese hito.
Cada momento que ‘Miggy’ vaya a la caja de bateo, hay estar atento a cualquier conexión, porque está cerca de los 3.000 imparables.
Al criollo le falta anotar 3 carreras (tiene 1.497) para llegar a las 1.500. Tiene pendiente conquistar el cetro de 1.800 impulsadas (posee 1.780) o los 9.500 turnos, Cabrera ha subido 9.491 veces al plato.
Por el momento el oriundo de Maracay lleva 2.951 hits en Las Mayores, le faltan 49 para llegar a la mítica cantidad. Sin dudas el escenario está puesto para José Miguel Cabrera saque la esférica de las gradas.
Miguel Cabrera tiene oportunidades para asegurar su entrada al Salón de la Fama de Cooperstown, ya que por su desempeño es considerado uno de los mejores jugadores venezolanos y latinos que haya pasado por las Grandes Ligas.
Por Reina Lara