Uruguay experimenta por primera vez, desde 1908, un crecimiento demográfico importante debido al impulso que ha dado la migración procedente desde países como Venezuela y Cuba.
De acuerdo con la agencia Reuters, los migrantes que actualmente residen en Uruguay representan el tres por ciento de los 3,4 millones de habitantes que se contabilizan en 2023 frente a un dos por ciento que se evidenció en 2003; datos que tomó el citado medio del último censo aplicado en ese país.
La comunidad venezolana en Uruguay se triplicó en cinco años hasta alcanzar las 33.000 personas, mientras que en el mismo periodo se registró en ese país unos 30 mil cubanos pero, a diferencia de nuestros nacionales, los provenientes de la nación antillana usan ese país como puente para llegar a Europa o Estados Unidos.
El especialista en demografía Martin Koolhaas dijo a la agencia que, a diferencia de otros países del continente donde el aumento de las poblaciones de inmigrantes se percibe cada vez más como una presión para los servicios públicos, la tendencia es «enormemente positiva» para Uruguay porque ayuda a contrarrestar un problema de larga data de tener la tasa de natalidad más baja del país y de Sudamérica.
Entretanto, Uruguay lleva a cabo su Primer Plan Nacional de Integración para Personas Migrantes, Solicitantes de Refugio y Refugiados, para así busca «garantizar la integración» de estos y promover «su contribución al desarrollo».
Así lo indicó este jueves el ministro de Relaciones Exteriores del país suramericano, Omar Paganini, durante la presentación del documento sobre este asunto, llevada a cabo en el Palacio Legislativo de Montevideo, detalla Mundo UR.
«El desafío de Uruguay es generar un plan para garantizar la integración de esta población y promover su contribución al desarrollo», apuntó el canciller.
En ese sentido, destacó que este tema retrotrae a los uruguayos a sus raíces más profundas.
«Uruguay es un país de migrantes y ser un país de migrantes es una parte fundamental de nuestra idiosincrasia. Todos nos reconocemos en esto. Todos tenemos raíces afuera de nuestro país», explicó.
Hizo hincapié en que el país suramericano «es atractivo» para personas de todo el mundo por sus atributos, entre los que nombró la estabilidad democrática y política, la situación económica estable, el crecimiento consolidado, la seguridad jurídica y el Estado de derecho.
Añadió que en Uruguay también hay buenos estándares de calidad de vida, un mercado laboral abierto y con un marco de protección adecuado a los trabajadores, así como también educación pública y salud.
El Plan Nacional tiene metas definidas en ocho ejes: acceso a la documentación y regularización; empleo; educación; salud; vivienda; vulneraciones; discriminación, racismo y xenofobia y migración altamente calificada.
La vicepresidenta de Uruguay, Beatriz Argimón, subrayó que la migración «marca la agenda internacional» y remarcó la importancia los migrantes sean recibidos «de la mejor forma» y con una óptica de un mundo que indica -cada vez más- la necesidad de «una inclusión y del respeto real de los Derechos Humanos».
Por: Agencias / Foto: Cortesía