El Miércoles de Ceniza es una fecha marcada en el calendario litúrgico de la Iglesia. Una jornada en la que millones de católicos escucharán una de estas dos fórmulas bíblicas: ‘Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás’ o ‘Conviértete y cree en el Evangelio’, mientras los sacerdotes aplicarán cenizas en sus frentes, haciendo la señal de la cruz.
Es precisamente cuando se impone esa ceniza el momento en el que comienza la Cuaresma, un tiempo de 40 días hasta la Semana Santa. Este año coincide con este miércoles, 22 de febrero. En miles de templos a lo largo y ancho del mundo, se comienza a preparar el camino hasta la celebración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, reseñó El Heraldo.
El origen de la imposición de las cenizas en este día viene de una antigua tradición hebrea. Los judíos se cubrían con ellas después de haber pecado o como preparación para algún acontecimiento señalado. De esta forma, querían acercarse más a Dios a través del arrepentimiento.
Al principio de las eucaristías, el ritual de la imposición que se celebra este día requiere de unas circunstancias muy concretas. Las cenizas que se utilizan proceden de la quema de las palmas y ramos que fueron bendecidos el Domingo de Ramos del año anterior.
Estas son rociadas con agua bendita y luego aromatizadas con incienso. Por lo tanto, se cierra todo el ciclo de simbolismo que rodea la Cuaresma y la Semana Santa para el cristianismo.
Actualmente se hace una cruz en la frente de los fieles, pero en la antigüedad se colocaba en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un hábito penitencial para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.
Por Agencia