Mercedes, con el finlandés Valtteri Bottas al frente, empezó dominando en uno de sus fortines, el circuito de Sochi, donde este fin de semana se disputa la decimoquinta cita del Mundial de Fórmula 1, el Gran Premio de Rusia.
La categoría reina regresó después del incidente del Gran Premio de Italia, en Monza, entre Lewis Hamilton (Mercedes) y Max Verstappen (Red Bull), que será penalizado con tres posiciones en la parrilla de salida en la carrera del domingo.
Con la previsión de la lluvia para la jornada de clasificación del sábado, que incluso podría aplazarse al mismo día de la carrera, el sol acompañó los primeros libres del fin de semana y el español Carlos Sainz (Ferrari) se encargó de estrenar la pista con neumáticos duros.
Su compañero de equipo, el monegasco Charles Leclerc, lo hizo con nueva unidad de potencia, un cambio que afecta a la parte híbrida y que le relegará a la última plaza de la parrilla de salida. Optó por empezar el test con blandos.
Toda la parrilla partió de los duros salvo Leclerc, Mazepin (Haas), que lo hizo con medio, y Verstappen, que utilizó el mismo compuesto que el de Ferrari. El primer balance del neerlandés fue «horrible», al menos así lo transmitió por radio, pero no tardó en marcar el mejor tiempo de manera provisional (1:36.055).
Con el finlandés Kimi Raikkonen (Alfa Romeo) de vuelta tras haberse dos citas del calendario por Covid-19, los Mercedes de su compatriota Valtteri Bottas (1:34.427) y el británico Lewis Hamilton se instalaron en las dos primeras posiciones, por ese orden, y ya no las abandonaron.
Verstappen se acercó a ambos, Carlos Sainz mejoró posiciones y finalizó séptimo, mientras que Alonso (Alpine) se situó décimo, con el mexicano Sergio ‘Checo’ Pérez (Red Bull) por delante.
Por: Agencia