La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, calificó los vientres de alquiler de «práctica inhumana» y deseó que muy pronto se convierta en ley en Italia el proyecto que lo transforma en un delito universal, durante su intervención este viernes en la conferencia Por una Europa Joven: Transición Demográfica, Medio Ambiente, Futuro.
Con la gestación subrogada «un mercado transnacional se alimenta haciéndolo pasar por un acto de amor», pero «nadie puede convencerme de que es libertad alquilar el cuerpo, no es un acto de amor, es ver el niño como un producto», dijo la mandataria utraderechista.
Su partido, Hermanos de Italia, ha presentado un proyecto de ley para que la gestación subrogada sea considerada delito universal en Italia y tampoco pueda ser practicada por italianos en el extranjero, con penas de cárcel de hasta dos años y con multa desde 600 mil a un millón de euros. Aprobado por el Senado, ahora debe ser ratificado por la Cámara de los diputados, detalla EFE.
Meloni también se refirió al desafió demográfico, «una prioridad absoluta» para su Gobierno, pues «tiene la responsabilidad de garantizar un futuro» a Italia, que tiene una media de 1,24 hijos por pareja.
Pero «ninguna intervención concreta será suficiente si no revertimos la narrativa que se ha contado durante años de que traer un niño al mundo comprometería la libertad, los sueños, la carrera y, en algunos casos, la belleza…», dijo.
«Creo que estas tesis surrealistas, viejas y nuevas, corren el riesgo de arrastrar a Italia y a Europa al borde del precipicio», añadió, al afirmar que se necesita «construir una sociedad respetuosa con la natalidad».
«A veces parecía que garantizar la igualdad de oportunidades significaba borrar las diferencias: no lo creo, pienso lo contrario. Garantizar la igualdad de oportunidades significa garantizar a mujeres y hombres que es igualmente posible realizarse en términos de carrera, salario, aspiraciones y libertad, conscientes de la especificidad de cada uno», destacó.
Y agregó que «ser padres implica una asunción de responsabilidad que debe ser igual y compartida, pero que no puede borrar la especificidad de la relación de madre y padre».
También quiso,»ante las polémicas en la prensa internacional y nacional», «disipar otro falso mito, una narración distorsionada: en Italia, y así lo ha certificado la magistratura y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, no hay ningún niño al que no se le garanticen todos los derechos, porque así lo prevé la Constitución y, por lo tanto, banalmente no podría hacerse».
El Gobierno de Meloni siempre ha defendido como familia la tradicional, formada por un padre y una madre, y hace unos meses el ministerio del Interior envió una ordenanza a los ayuntamientos para bloquear el registro de hijos de parejas del mismo sexo.
Por: Agencias / Foto: Cortesía