El Sindicato Nacional de Médicos japoneses, que a mediados de mayo presentó una petición al gobierno para que se cancelen los Juegos Olímpicos de Tokio, dijo hoy que su llamamiento busca evitar cualquier riesgo de que surja una nueva cepa de COVID-19.
«No podemos permitir la potencial aparición de otra mutación más peligrosa resultante de los Juegos Olímpicos», dijo este miércoles el presidente del sindicato, el doctor Naoto Ueyama, en una rueda de prensa celebrada en el Club de Corresponsales Extranjeros en Tokio.
Ueyama argumentó que si el virus mutara por la convergencia de cepas como la británica, la brasileña y la india durante el evento deportivo y sugiera una nueva «que afecte a la eficacia de las vacunas o haga que los niños enfermen gravemente, no supondrá un problema sólo para Japón, sino para todo el mundo».
Por: Agencia