Tres gallardetes gigantes de la Serie Mundial se extendieron sobre el césped de los jardines. Y tres trofeos estaban colocados sobre una mesa.
Detrás de David Ortiz estaba la placa que lo acredita como nuevo miembro del Salón de la Fama. Y por doquier, había fanáticos que lo aplaudieron dos días después de ingresar formalmente al recinto de Cooperstown.
Luego, los Guardianes de Cleveland aplastaron a los locales por 8-3, pero ello no apagó el homenaje.
Si acaso, puso en duda lo declarado luego de la ceremonia, cuando Ortiz dijo que era un talismán para su equipo, metido en una mala racha.
Esta vez no funcionó. Boston se vio en desventaja de 5-0 y sufrió su sexta derrota en siete juegos. Ha perdido 14 de sus últimos 18 compromisos para caer al último puesto en la División Este de la Liga Americana.
Luego de agradecer a quienes lo ayudaron durante su carrera —muchos de los cuales estaban sentados en sillas plegables junto a las rayas de primera y tercera—, Ortiz ingresó en el terreno entre cánticos de “¡Papi!”.
“Llegó el encanto de la buena suerte”, insistió.
Bryan Shaw cumplió su primera apertura luego de realizar 732 apariciones como relevista. Austin Hedges conectó un jonrón por Cleveland, que cortó una racha de tres derrotas.
Kirk McCarty (1-2) se llevó la primera victoria en su carrera, al cubrir cuatro innings en blanco y recetar cuatro ponches.
Xander Bogaerts bateó tres inatrapables por Boston. Josh Winckowski (3-5) recibió cinco carreras y seis hits a lo largo de tres innings, en los que entregó un boleto y ponchó a dos adversarios.
Tras el encuentro, Nolan Jones pidió a los reporteros que lo esperaran un poco. Antes de contestar a las preguntas, quería mandarle a su padre por el teléfono una imagen de la reliquia que había obtenido.
No se trataba de la bola con la que el novato de los Guardianes había conseguido un jonrón de tres carreras, apenas su segundo cuadrangular en las mayores. Más bien, quería mostrar la pelota que le había autografiado Ortiz.
“Ortiz es mi ídolo en realidad”, dijo.
Entre otros participantes en el homenaje estuvieron dos Medias Rojas que están en el Salón de la Fama, Carl Yastrzemski y Jim Rice. Se unieron también dos compatriotas de Ortiz, miembros de Cooperstown, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero.
“Es sorprendente todo lo que pasó esta última semana”, dijo Ortiz desde un podio con su número 34. “Muchas gracias, Boston. Aquí está tu hijo. Te amo por siempre”.
Por los Guardianes, los dominicanos Amed Rosario de 5-2 con una anotada y una producida, José Ramírez de 3-1 con una anotada. El venezolano Andrés Giménez de 3-0 con una anotada.
Por los Medias Rojas, el mexicano Alex Verdugo de 4-0 con una anotada. El puertorriqueño Christian Vázquez de 3-1 con una remolcada. El venezolano Yolmer Sánchez de 4-0.
Por: Agencia