domingo, septiembre 29

Mata a su bebé de 18 meses de un tubazo porque no paraba de llorar

Nerinell Carolina Duarte León, de 36 años, asestó un tubazo en la cabeza de a su hija Nataly de los Ángeles Hernández Duarte, de 18 meses, porque no paraba de llorar.  El golpe mató a la bebé inmediatamente.

Duarte entró a la emergencia del Centro de Diagnóstico Integral del  barrio El Callao, de municipio San Francisco, a las 9.00 de la noche del pasado martes 6 de julio con la pequeña en sus brazos y aseguró al personal de salud de guardia que la víctima murió tras caer en balde de agua.

Contó que los hermanos mayores de la niña llegaron a la cocina, donde supuestamente ella estaba, para contarle lo sucedido.

Todo parecía funcionar para la madre de la occisa, sin embargo, cuando los funcionarios de la Policía científica llegaron al centro asistencial y vieron el cuerpo notaron que no tenía las señales propias de una muerte por inmersión por eso pidieron la autopsia.

Los expertos del Servicio Nacional de Medicinas y Ciencias Forenses corroboraron la sospecha de los funcionarios y determinaron que la causa de la muerte a un traumatismo craneoencefálico.

Confesión

Con la causa real de la muerte en las manos, los funcionarios condujeron a Duarte a la sala de interrogatorios del Eje Contra Homicidios donde confesó el crimen y su causa: lo hizo porque no dejaba de llorar.

Aseguro que el crimen ocurrió una hora antes en el barrio Estrella del Sur, parroquia Domitila Flores, del municipio sureño, donde residía con todos sus hijos y tras concretar el infanticidio preparó todo para la historia del ahogamiento.

Duarte fue encerrada en los calabozos del cuerpo detectivesco a la orden Ministerio Público, pues para hoy estaría pautada su audiencia de presentación.

Por: Redacción Sucesos / Foto: Cortesía