Una mujer en el estado de Arkansas, en Estados Unidos, fue sentenciada a 36 años de prisión después de reconocer que mató a su abuela con un martillo porque, según ella, “Dios le había dicho que tenía que hacerlo”.
La homicida es Andrea Wilson, oriunda de la ciudad de Bentonville, quien aceptó los cargos de homicidio en primer grado, manipulación de pruebas físicas, agresión agravada y agresión en tercer grado. Se declaró culpable el pasado 12 de abril.
De acuerdo con la investigación revelada durante el juicio y compartida a los medios de comunicación, Wilson fue a visitar a Ruby Ross, su abuela, el 15 de mayo de 2018.
Luego de que cenaran juntas, la mujer de tercera edad se fue a dormir y una vez estaba indefensa Wilson la golpeó cuatro veces en la cabeza con un martillo.
En su defensa la joven, de 28 años, expuso que creía que “Dios le había dicho que necesitaba hacer un sacrificio o la enviarían al infierno”. Al parecer, no fue suficiente que en la mañana del mismo día atropellara a un ciclista con su automóvil mientras cruzaba la calle en un cruce de peatones.
Jonathan Hampton, el deportista arroyado, declaró que la mujer, no conforme con golpearlo una vez, intentó conducir de regreso hacia él pero su vehículo chocó contra una roca y se atascó. Lo sorprendente es que Wilson tuvo el descaro de pedirle ayuda para desatorar su automóvil.
Por Agencia