«Marte Uno» retrata un Brasil negro, con sus arraigados dramas sociales pero que sueña tan alto como el cielo. Ese optimismo, cree su equipo, es lo que diferencia a esta película para entrar en disputa y darle a su país el anhelado primer Óscar a la Mejor película extranjera.
Apoyada en una perspectiva diferente, la primera producción de largo aliento del joven director Gabriel Martins transcurre en el estado de Minas Gerais, en el sureste brasileño, y sigue los anhelos e inquietudes de una familia negra de clase media.
Este martes, en la apertura de la Decimocuarta edición del Festival de Cine Brasileño de Hollywood, Martins, de 34 años, comentó que fue una sorpresa ser indicado por la Academia de Cine Brasileño para representar a Brasil en la carrera por el Óscar a la mejor película extranjera.
«De alguna forma nuestra película quiebra un poco el paradigma de las elecciones anteriores. Es la primera vez que Minas Gerais está siendo indicada, soy el primer director negro a ser seleccionado para esa posición«, explicó a la AFP.
Para el director la decisión refleja una apuesta «por un futuro más diverso en el cine brasileño«.
«Por esto era muy importante que eligieran esta película, porque muestra un nuevo cine brasileño que llega con nuevas ideas y nuevas perspectivas de nuestra sociedad«, subrayó.
Esa perspectiva esperanzadora de Martins va más allá de su cinta que arranca en 2018, con la elección como presidente del ultraderechista Jair Bolsonaro, quien fue derrotado en las urnas el mes pasado por el líder de izquierda y exmandatario (2003-2010) Luiz Inácio Lula da Silva.
«Veo con optimismo el futuro que ese gobierno podrá construir», comentó.
«Más cercano»
El hilo conductor de «Marte Uno» es el sueño de Deivinho (Cícero Lucas), hijo adolescente de Tércia y Wellington (Rejane Farias e Carlos Francisco), que para decepción de su padre, en vez de ser futbolista, quiere ser astrofísico y viajar a Marte.
Su hermana Eunice (Camila Damião) cuestiona los patrones patriarcales establecidos en su casa al tiempo que busca que su familia acepte a su novia.
El largometraje expone una serie de viñetas sobre la cotidianidad de Brasil: la pasión por el fútbol, la samba, el «churrasco» (barbacoa). Sin embargo, sin adoptar un tono derrotista, también hilvana dramas tradicionales del gigante sudamericano: su enorme población carcelaria, la extendida pobreza, la desigualdad social y el racismo.
«Mientras otras películas traen un poco de cinismo o muestran un lado más pesimista del mundo, ‘Marte Uno’ apuesta a un futuro de esperanza y de sueños (…) La película llega en un momento muy importante, las personas están necesitando esperanza«, sostuvo el productor Thiago Macedo Correia.
Para Carlos Francisco, actor que interpreta al padre en la familia Martins, el mayor aporte de la cinta es «que muestra a una familia negra que no está relacionada a ninguna cuestión marginal o criminal«.
Con el mismo ánimo que su personaje, Carlos Francisco es optimista respecto de la disputa por el Óscar.
Brasil, que fue nominado por ultima vez a la Mejor película extranjera en 1999, con la aclamada «Central de Brasil«, dirigida por Walter Salles, nunca ha ganado una estatuilla de los Óscar.
Aunque aún falta tiempo para que la Academia de Hollywood escoja las candidatas que disputarán la codiciada categoría internacional en la ceremonia de marzo de 2023, el actor no esconde su emoción por la posibilidad de que la película se cuele entre las finalistas.
«Al comienzo parecía como viajar a Marte, algo muy lejano«, dijo sonriendo. «Pero está volviéndose algo cada vez más cercano«, sentenció.
Por: Agencia