El futuro presidente de EEUU, Donald Trump, adelanta la confección de su gabinete con el nombramiento de personas que comparten un perfil común: lealtad absoluta a su visión, una buena presencia en televisión y un firme respaldo a sus medidas más polémicas, como las deportaciones masivas.
Algunos de estos nombramientos deberán contar con la confirmación del Senado, donde los republicanos tendrán a partir de enero una mayoría de 53 escaños que podría verse afectada por disidencias internas. Ante ese escenario, Trump ya ha adelantado que tratará de evitar esa cámara y hacer nombramientos unilaterales, reseña EFE.
Marco Rubio, secretario de Estado
Senador por Florida desde 2011, Marco Rubio, de origen cubano, es considerado un “halcón” en política exterior: defensor de una línea dura frente a China e Irán, así como de sanciones contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. Aunque ahora es leal al expresidente, ambos mantuvieron una rivalidad intensa durante la contienda por la nominación presidencial republicana en 2016, que finalmente ganó Trump.
“Marco es un líder muy respetado y una voz muy poderosa en pro de la libertad. Será un firme defensor de nuestra nación”, expresó Trump al anunciar el nombramiento.
Una vez el Senado haya ratificado su nombramiento, Rubio, de 53 años, se convertirá en el primer hispano en dirigir el Departamento de Estado.
Elon Musk, director de eficiencia gubernamental
Propietario de SpaceX, Tesla y de la red social X, es la persona más rica del mundo. Antiguo crítico de Trump, fue uno de sus mayores donantes en la campaña presidencial y ahora dirigirá, junto al empresario Vivek Ramaswamy, un organismo dedicado a la eficiencia gubernamental. Ha prometido recortar un tercio del presupuesto federal.
Elon Musk se hizo millonario muy pronto con la venta de su primera compañía Zip2, un gestor de sitios web específicos para empresas de medios de comunicación creada en 1995, a Compaq Computer por 300 millones de dólares.
El nuevo departamento, según dijo Trump, impulsará “reformas estructurales a gran escala” que podrían suponer fuertes repercusiones en la Administración federal.
Pam Bondi, fiscal general
Ocupó el puestó de fiscal general de Florida entre 2011 y 2019 y fue la primera mujer en lograrlo en ese estado. Luego de adquirir protagonismo, se fue acercando a Trump, al punto de llegar a integrar su equipo legal en el primer jucio de destitución que enfrentó el republicano en 2020, cuando estaba en la Casa Blanca, y ha criticado los casos penales contra el presidente electo.
“Pam fue fiscal durante casi 20 años. Fue muy dura con los delincuentes violentos y logró que las calles fueran seguras para las familias de Florida”, dijo el Trump sobre Bondi, quien también tiene experiencia como lobista de grandes empresas.
Susie Wiles, jefa de Gabinete de Trump
Hará historia como la primera mujer en ejercer el cargo de jefa de gabinete. Con una vasta experiencia en la política de Florida, Wiles dirigió la campaña de Trump en ese estado en 2016 y, en estos comicios, fue la responsable de una estrategia presidencial que muchos consideran más sofisticada y disciplinada que en anteriores ocasiones.
“Susie es dura, inteligente, innovadora y es universalmente admirada y respetada”, dijo Trump sobre su directora de campaña.
Scott Bessent, secretario del Tesoro
Un veterano de Wall Street que se posiciona a favor de los aranceles, fundó la firma de macroinversión Key Square Group y trabajó para el filántropo multimillonario y megadonante de causas liberales George Soros. Llegó a calificar en campaña a Kamala Harris como “analfabeta económica”.
Si el Senado lo confirma en el cargo, será crucial en la supervisión de una amplia cartera que abarcará el comercio internacional, los impuestos, la regulación financiera y las sanciones estadounidenses. También se convertiría en el primer miembro del gabinete abiertamente LGTBIQ, confirmado por la Cámara Alta, en una administración republicana.
Stephen Miller, subdirector de política de la Casa Blanca
Fue el arquitecto de las políticas de separación de familias migrantes y la prohibición de entrada a personas de países de mayoría musulmana durante el primer mandato de Trump. Ahora es el ideólogo de los planes de deportaciones masivas. Es autor de polémicas frases como “Estados Unidos para los estadounidenses y solo para los estadounidenses”.
Tulsi Gabbard, directora de Inteligencia Nacional
Gabbard fue durante una década una destacada aunque cada vez más polémica militante del Partido Demócrata. Tras su paso por el Congreso compitió en las primarias presidenciales del 2020 confrontando a la ahora vicepresidenta, Kamala Harris. En 2022 abandonó el partido y empezó a abrazar tesis conservadoras de la mano de Fox News hasta llegar a la órbita de Trump.
Como directora de Inteligencia Nacional, un cargo de rango ministerial, Gabbard supervisará la comunidad de inteligencia estadoundiense con sus múltiples agencias, entre ellas la CIA, la NSA o las divisiones de inteligencia del FBI.
Además de su carrera política, Gabbard es veterana de guerra y llegó a realizar tres despliegues en zonas de guerra en Oriente Medio y África.
John Ratcliffe, director de la CIA
Director de Inteligencia Nacional durante el primer mandato de Trump, Ratcliffe es también un excongresista al que el magnate ha definido como un “guerrero”. Ratcliffe puso a China entre ceja y ceja de la inteligencia denunciando la doble vara de medir de los espías estadounidenses entre el gigante asiático y Rusia o Irán.
Elise Stefanik, embajadora ante la ONU
Llegó al Congreso con un perfil de legisladora moderada de Nueva York, pero se radicalizó con la llegada de Trump y ascendió en el liderazgo republicano. Tras el estallido de la guerra en Gaza, Stefanik elevó su perfil de defensora de Israel convirtiéndose en un azote de los estudiantes propalestinos y de las universidades.
Stefanik incluso formó parte del equipo de defensa de Trump en 2020 durante su primer juicio político y se ha definido a ella misma como “una de sus principales socias” en “su apoyo histórico a la independencia y la seguridad de Israel”.
Pete Hegseth, jefe del Pentágono
Presentador de Fox News, es una elección poco convencional para dirigir las Fuerzas Armadas más poderosas del mundo. Sin experiencia internacional, Hegseth es veterano de las guerras de Irak y Afganistán y ha expresado su oposición a los programas “woke” que promueven la equidad y la inclusión.
Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional
Gobernadora de Dakota del Sur, sonó como posible vicepresidenta de Trump pero sus opciones se evaporaron tras confesar que había matado a tiros a un cachorro. Ha defendido causas de ultraderecha como políticas contra los derechos trans y envió tropas de la Guardia Nacional a Texas para apoyar la militarización fronteriza.
“Kristi ha sido muy dura con le seguridad fronteriza”, destacó Trump sobre Noem, que tendrá la tarea de supervisar una agencia en expansión que controla desde el sistema de Protección Fronteriza de Estados Unidos y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas hasta la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y el Servicio Secreto de Estados Unidos.
Thomas Homan, zar de la frontera
Estuvo al frente de la agencia de migración (ICE) durante el primer mandato de Trump y fue el encargado de deportaciones en el Gobierno de Barack Obama. También participó en la política de separación de familias y ha prometido más redadas en centros de trabajo para detener a indocumentados, abriendo la puerta al uso de militares.
Robert Kennedy Jr., secretario de Salud
El hijo de Robert F. Kennedy y sobrino del presidente John F. Kennedy (ambos asesinados en la década de los 60) hizo campaña por la Presidencia como independiente y cargó contra los dos partidos históricos, a los que calificó de marionetas de un sistema guiado por las grandes empresas y los lobbies, pero en la recta final declinó a favor de Trump.
A Kennedy Jr. se le conoce por sus teorías de la conspiración sobre las vacunas y Trump lo ha calificado como “un tipo fantástico” y con buen conocimiento sobre los pesticidas y el medioambiente.
El futuro presidente prometió que la Secretaría de Sanidad desempeñará un papel importante a la hora de garantizar que la población esté protegida “de productos químicos nocivos, contaminantes, pesticidas, productos farmacéuticos y aditivos alimentarios que han contribuido a la abrumadora crisis de salud” en el país.
Chris Wright, secretario de Energía
Es un petrolero y megadonante republicano que ha cuestionado la existencia de la crisis climática y defendido los combustibles fósiles, a los que considera, según ha indicado en medios estadounidenses, como “necesarios” para la sociedad, mientras critica la transición hacia las energías limpias.
Sean Duffy, secretario de Transporte
El presentador de la cadena Fox News, de 53 años, ocupó un escaño en el Congreso de EE.UU. por el estado de Wisconsin entre 2011 y 2019 y adquirió fama a finales de la década de 1990 gracias a su participación en varios programas de telerrealidad, antes de desempeñarse como fiscal de distrito del condado de Ashland. Según el presidente electo, durante su paso por el Congreso Duffy defendió la “responsabilidad fiscal, el crecimiento económico y el desarrollo rural”.
Howard Lutnick, secretario de comercio
El multimillonario y consejero delegado de la firma financiera Cantor Fitzgerald fue uno de los grandes donantes de Trump durante la campaña y se ha dado a conocer como un ferviente defensor de la agenda económica del líder republicano, incluidas sus propuestas sobre aranceles, que han generado preocupación en algunos sectores de Wall Street.
El empresario será fundamental para la implementación de la política proteccionista de Trump, centrada en la imposición de elevados aranceles, especialmente contra China y con el foco puesto en la industria automotriz, ya que ha amenazado con impuestos de hasta el 200 % a todos los automóviles provenientes de México para disuadir a los fabricantes chinos de instalarse en ese país.
Linda McMahon, secretaria de Educación
Trabajó con Trump durante su primer mandato, en la Administración de Pequeñas Empresas, y ha sido una ficha clave en la recaudación de fondos para el presidente electo, además de destacarse como cofundadora de la WWE, una empresa de medios y entretenimiento que incluye el área de la lucha libre profesional que hoy es un emporio que cotiza en bolsa. Ese éxito no lo ha replicado en el plano político, ya que se presentó dos veces al Senado, en los años 2010 y 2012, sin lograr el escaño.
Matt Gaetz, el nombre que se cayó del gabinete de Trump
Era uno de los legisladores más fieles a Trump en el Congreso. Su nombramiento como fiscal general fue de los más sorprendentes generaba dudas de lograr la confirmación de un Senado que dominan los republicanos. Siempre polémico, fue acusado de tráfico sexual de una menor y por ello tiene una investigación en el Comité de Ética de la Cámara de Representantes, así como por uso de drogas, hechos que lo motivaron a renunciar a integrar el gabinete.
Por: Agencias / Foto: Cortesía