Manuel Rosales un hombre de pueblo, nacido en Santa Bárbara un 12 de diciembre de 1952, hoy asume el tercer mandato como Gobernador de Zulia, tras acumular el 56,90 % de los votos en la contiena que disputó con el candidato del Partido Socialista Unidos de Venezuela, Omar Prieto, quien aspiraba la reelección.
Su amor por la política y por ayudar al pueblo comenzaron desde muy joven, cuando cursaba estudios de bachillerato en el Liceo Francisco Javier Pulgar de su población natal.
Con una imagen familiar, acompañado de sus 10 hijos y de su segunda esposa Evelin Trejo de Rosales viene recorriendo el país con su carrera política a lo largo de estos años.
Es miembro de la Iglesia Católica, creyente de San Benito y predicador del fervor a las vírgenes de La Chinita, La Milagrosa y Santa Bárbara.
Como es natural en la mayoría de los nativos del estado Zulia la gaita la lleva en sus venas siendo la Grey Zuliana una de sus canciones preferidas. Sobretodo porque demuestra el sentido mariano de sus habitantes que encomienda a la Virgen el futuro de su bienestar político que si el gobernante le es adverso entonces piden que lo redima el lugar destinado para los que obran mal.
“Madre mía si el gobierno no ayuda al pueblo zuliano tendréis que meter la mano y mandarlos pa’l infierno, La grey zuliana, cual rosario popular de rodillas va a implorar a su patrona y una montaña de oraciones quiere dar esta gaita magistral que el Saladillo la entona”.
Esta estrofa se ha convertido en una bandera musical para Rosales.
Mirando el futuro
El nuevo mandatario regional comenzó a estudiar en la universidad las carreras de Derecho y Administración, pero por tomar la responsabilidad familiar tras la muerte de su padre no las pudo terminar.
Inició su andar político en las filas de Acción Democrática a finales de los años 60, donde llegó a ser concejal en 1979 del para entonces Distrito Colón, y luego en 1983 diputado a la Asamblea Legislativa estatal.
En 1995 ganó la alcaldía de la ciudad de Maracaibo, con un carisma que lo identificó al momento de llegar a cualquier barrio, con su rápido caminar, saludando a todos, sin distingo es capaz de tomar café o disfrutar de alguna comida con quien lo invite, mientras le cuentan los problemas de la comunidad.
En 1.999 emerge el partido Un Nuevo Tiempo para impulsar sus ideas prácticas de gobierno de la mano del pueblo.
En el año 2000 se postuló como Gobernador en los comicios regionales, resultando ganador con amplio margen, en el 2004 fue reelecto con el 54 % de votos.
Fue designado como candidato presidencial de la mayoría de los partidos opositores con un pacto unitario que implicó la declinación de otros dos aspirantes.
Para querer entrar al Palacio de Miraflores prometió distribuir equitativamente la renta petrolera a través de una tarjeta de débito que llamó ‘Mi Negra’ donde beneficiaría alrededor de dos millones de venezolanos, equivalente para el momento entre 279 y 465 dólares mensuales.
Coreando con la consigna «atrévete», visitó los primeros días de campaña los barrios pobres del oeste caraqueño, considerados bastiones del chavismo.
En el 2006 fue derrotado por Hugo Chávez quedando la elección en 62 % a 36 %,
En el 2007, aprovechando el liderazgo, fue el coordinador de la campaña por la opción del NO en un referendo sobre la reforma a la Constitución de 1999, que incluía la reelección indefinida del presidente. Logrando que la oposición se impusiera por un estrecho margen de ganancia, que quebró la imagen de imbatible que mantenía Chávez. convirtiéndose en la única derrota para el chavismo por lo que Hugo Chávez lo amenazó de borrarlo del mapa político venezolano.
“Te voy a barrer del mapa político venezolano!, desgraciado, bandido, hampón, mafioso, corrupto y ladrón… voy a meter preso a Manuel Rosales, lo voy a desaparecer del mapa político venezolano, a ese desgraciado lo meto preso “, manifestó Chávez en medio de una arenga que evidentemente solo cumplió a medias. Estuvo preso por un tiempo bajo una investigación que se ventiló a cuatro vientos para desmejorar su imagen política.
Para el 2008 se convierte nuevamente en alcalde de Maracaibo, ocupando el cargo por solo cinco meses, porque le fue abierto un procedimiento judicial, acusado de enriquecimiento ilícito durante su gestión como gobernador, por esa razón tuvo que abandonar el cargo el 4 de abril de 2009, viajando a Perú, cuyo país le otorgó el asilo.
Después de seis años fuera de Venezuela, Manuel Rosales regresó al país el 15 de octubre de 2015, procedente de Aruba, e inmediatamente fue aprehendido por funcionarios del Sebin, para ser trasladado Caracas, donde fue ratificada la medida judicial preventiva de privativa de libertad. Después de un año de haber estado tras las rejas el Tribunal Supremo le otorgó la medida de casa por cárcel.
Ya para el 2017 con un amparo cautelar, la Sala Político Administrativa del TSJ suspendió la inhabilitación política a Manuel Rosales.
Volvió a intentar ser electo a la Gobernación del estado Zulia en el 2017, cuando la oposición decidió no participar por considerar que no había condiciones electorales.
Este 10 de diciembre, Rosales, a quien su equipo de trabajo define como un hombre de metas, planificador, de seguimiento, trabajador incansable sin horas definidas de labor, a quien le gusta tener el control de todos los detalles así como examinar de cerca las gestiones de los gerentes de su gobierno, comprueba cada informe, hasta obtener resultados, preocupado que bajo su mando se realicen las actividades y cuando estas las desconoce busca asesoría y trabaja en función de poder lograr la mayoría de los objetivos, vuelve a retomar las riendas de la región zuliana.
Por: Lizaura Noriega