domingo, septiembre 29

Magisterio zuliano critica «incómodas condiciones» durante proceso de vacunación

Ante el anuncio hecho por la Gobernación del inicio de la jornada de vacunación anticovid a los maestros de la entidad, Gualberto Mas y Rubí, presidente del Sindicato Unitario del Magisterio seccional Zulia (Suma), denunció que los docentes fueron convocados a las 8.00 de la mañana en la sede del Ipasme, y no fue hasta las 11.00 cuando comenzó el proceso.

Aclara que a esa hora muchos docentes ya se habían retirado, tanto por las “incómodas condiciones” como por el temor a la transmisión del virus.

“La jornada de vacunación de maestros en el Zulia se inició en un completo desorden, un desastre”, recalcó Mas y Rubí en entrevista con Foco Informativo.

El máximo represente del magisterio zuliano critica el “hermetismo” con respecto a la vacunación por parte de las autoridades de no informar a los gremios y sindicatos.

“Como siempre utilizan sus redes internas. Esto genera la queja del maestro de que no hay posibilidad de estar todos vacunados”, recalcó.

Mas y Rubí explica que en el caso del Ipasme de Maracaibo la capacidad “no es mucha. Nosotros los maestros conocemos esas instalaciones y el despliegue del recurso humano”.

Mejora salarial

El presidente del Sindicato Unitario de Magisterio seccional Zulia indicó que una vez el ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, plantea culminar el año escolar a distancia, los maestros saben que eso implica que para “conseguir mejores salarios hay que luchar en las calles”.

“Quién se va a regresar a las clases presenciales con los sueldos que hoy devenga un maestro que está rondando entre cuatro o cinco dólares mensuales, estamos hablando de sueldo de esclavitud”, preguntó Mas y Rubí.

Hizo un llamado para que el próximo viernes la colectividad acompañe a todos los sectores y sindicatos de las diversas ramas al rectorado nuevo de la Universidad el Zulia, donde desde las 9.00 de la mañana reclamarán el “justo derecho para mejorar los salarios y la calidad de vida”.

Por: María Gabriela Villalobos