El magisterio zuliano sigue en la calle. Esta vez lo hicieron de manera creativa a través de un viacrucis con el que visibilizaron lo que viven diariamente de los educadores con un sueldo mínimo que no llega a los 14 dólares para el maestro que apenas inicia su carrera, mientras que quién más gana roza los 20.
“Creo que la coalición decidió asertivamente este tipo de actividad que sale de lo normal porque hoy lo que queremos decirle a la región es que esta dramatización representa la realidad de un maestro, de su familia, las condiciones de la escuela y el precario salario. En Colombia un maestro que inicia gana 400 dólares y 800 el que tiene una carrera hecha en la educación”, detalló Gualberto Mas y Rubí, coordinador de la Coalición Magisterial del estado Zulia.
El gremialista de la educación aseguró que de esta manera es “imposible” que los docentes trabajen los cinco días.
“Si yo no gano lo suficiente para vivir, me tengo que dedicar a otro oficio por lo que me viene pasando en la carrera. Es dramático lo que viene ocurriendo”, señaló.
Invitó a Yelitze Santaella, ministra de Educación, y a Manuel Rosales, gobernador del estado Zulia, visitar las escuelas sin anunciar su llegada.
“Gobernador visite la escuela Rómulo Gallegos, donde desertó la gente, no hay muchachos y quedan apenas cinco o seis personas en la escuela. Vayan por ejemplo al Duarte, al propio liceo Baralt que le invirtieron una parte de dinero. Esas son instituciones que parecen liceos fantasmas, ya no queda matrícula y prácticamente no hay educadores”, destacó.
Con base en esa realidad, el magisterio zuliano siente la necesidad de defender la carrera docente.
“Si hay algo que tiene que hacer esta coalición el próximo mes, antes de cualquier anuncio o aumento, es discutir qué vamos a hacer con la educación en Zulia. Hacer una propuesta de educación porque la que tenemos se fue y está al traste”, aseguró. .
Cambio hacia una nueva realidad
Mas y Rubí subrayó la necesidad de pensar en una educación semipresencial porque hay muchachos dedicados al trabajo que nunca se incorporan a un liceo porque ahora están en el trabajo.
“Y muchachos, como nos han dicho en las escuelas, son atendidos por los abuelos, quienes ni siquiera tienen como mantenerlos y entonces ellos tienen que dedicarse al trabajo. Lo más dramático es que algunos supervisores, muchos de ellos, pretenden obligar a un maestro, no solo a cumplir los cinco días, sino a hacer carteleras, que implican gastos porque no les dan papel, ni cartulina, mucho menos hay agua en una escuela, ni siquiera hay electricidad y mantiene un tipo de actividad que en este momento es inviable”, subrayó.
El también presidente de Suma – Zulia y presidente de Fetramagisterio recordó que cualquier país del mundo la educación es prioritaria.
“Si hay un profesional que debe tener unos buenos salarios y una protección social es el maestro y no por ser educador, sino que la realidad del mundo indica que para cualquier crisis que viva un país, bien sea de tipo económica o como en el caso de Venezuela que tiene vive una crisis social y de valores, es necesario procurar un magisterio que tenga unos sueldos y salarios dignos”, acotó.
Añadió que por eso la discusión de la convención colectiva implica, además de un sueldo, clausulas reivindicativas salariales y sociales para que el docente sienta que el Estado venezolano reconoce su trabajo.
Reforma a la educación
Mas y Rubí criticó la promoción automática sin adquirir las competencias y mucho menos el saber, lo que trajo como consecuencia que se perdiera la calidad de la educación.
“Lamentablemente no todos los seres humano tienen las mismas capacidades para entender, procesar e internalizar un aprendizaje, por eso es tan compleja la evaluación. Allí comenzó la decadencia de la educación, luego vino el covid, donde hubo ensayo y error, porque no se podía dar clases a presenciales, no había buena cobertura de Internet, la educación a distancia no es fácil para hacerla, por eso digo que en Venezuela hay que cambiar la educación”, explicó.
El dirigente magisterial expuso que este cambio pasa por lo curricular y en el aspecto de lo que se debe enseñar y lo que le interesa al país sea lo más plausible.
“Por ejemplo, que el muchacho en primaria sepa leer y escribir, así como las cuatro operaciones básicas de la matemática y los preparemos entonces para que lleguen al liceo y accedan a otro tipo de conocimiento que los enriquezcan su carrera estudiantil”, puntualizó.
Por: José Manuel Sánchez / Fotos: Lizaura Noriega