En Venezuela, muchas madres llevan años sin poder abrazar y ver a sus hijas en el Día de las Madres debido a la distancia por la migración. Esta situación generó un profundo dolor y nostalgia en las familias venezolanas separadas, quienes se anhelan reunirse y celebrar juntas esta fecha tan especial.
La crisis política, económica y social que atraviesa Venezuela provocó que muchas familias se vean obligadas a separarse en busca de mejores oportunidades en el extranjero. Este éxodo masivo dejó a numerosas madres venezolanas sin la posibilidad de compartir momentos significativos con sus hijas, como el Día de las Madres.
Es el caso de María Pérez, quien es una madre venezolana que emigró a otro hacía Argentina en busca de mejores oportunidades para su familia. Lamentablemente, debido a la crisis económica y social en Venezuela, sus hijas no pudieron seguirla y vienen pasado varios años sin poder reunirse en el Día de las Madres. A pesar de las videollamadas y mensajes constantes, María anhela poder abrazar a sus hijas y compartir en algún momento con ellas.
La distancia física impuesta por la migración forzada generó un vacío emocional insuperable en muchas madres venezolanas, quienes añoran poder abrazar a sus hijas, escuchar sus risas y compartir momentos inolvidables juntas. La tecnología, aunque útil para mantenerse en contacto a través de llamadas y videollamadas, no logra suplir el calor humano y la presencia física que tanto se extraña en fechas tan emotivas como el Día de las Madres.
Esta situación no solo afecta a las madres venezolanas que se encuentran lejos de sus hijas, sino también a las propias hijas que añoran poder estar cerca de sus seres queridos en ocasiones tan especiales como esta. La separación forzada dejó cicatrices emocionales profundas en ambas generaciones, evidenciando el impacto devastador que puede tener la distancia familiar en el bienestar emocional de las personas.
Luisa Rodríguez es otra madre venezolana que se encuentra separada de sus hijos, sus hijos viven en Chile y asegura que a pesar de los esfuerzos por mantenerse en contacto a través de medios digitales, el hecho de no puedan estar junto a ella para celebrar el Día de las Madres le genera una profunda tristeza y melancolía.
El Día de las Madres debería ser una celebración llena de amor y unión familiar, pero para muchas venezolanas se convierte en un recordatorio doloroso de la lejanía que las separa de quienes más aman.
Por Redacción Regionales