En el marco de una rueda de prensa concedida este lunes en la ciudad de Sao Paulo, y recogida por el medio local Folha de Sao Paulo, el expresidente de Brasil y candidato más opcionado para las elecciones presidenciales que se disputarán el próximo mes de octubre, Luiz Inácio Lula, se refirió al contexto regional y mundial, sorprendiendo con una serie de afirmaciones sobre Venezuela.
En su intervención, el aspirante presidencial de 76 años, se refirió a la situación que actualmente vive su país vecino, Venezuela, refiriendo que aboga porque, al igual que en Brasil, los países de la región, puedan contar con «elecciones libres» afirmando que el ideal es que los resultados emanados de estas, puedan ser siempre aceptados; postura que fue tomada por medios locales como una puya a su principal competidor, el actual presidente Jair Bolsonaro, quien en repetidas ocasiones arremetió contra el sistema electoral de su país, poniendo en tela de juicio los eventuales resultados emanados de las justas electorales, reseña Semana.
En ese sentido, el exmandatario de Brasil se refirió a la importancia de que exista alternancia en los poderes, señalando a su vez los peligros que puede representar el eternizarse en el poder, afirmando que la ‘alternancia en el poder’, es algo que él desea, no solo en su país, sino en la región, añadiendo que «no hay un presidente insustituible».
Así, Lula plantó posición frente a las relaciones que mantendrá su eventual gobierno con el Gobierno de Venezuela, afirmando que “Brasil tratará con respeto a Venezuela”, recordando que el actual presidente de ese país, Nicolás Maduro Moros, es un partidario del otrora mandatario, Hugo Rafael Chávez Frías, con quien él mantuvo buenas relaciones cuando los dos lideraban sus respectivos países. En ese mismo sentido, podrían avizorarse las relaciones que Lula plantee con otro de los cuestionados gobiernos de la región: Nicaragua, en manos de Daniel Ortega.
En ese sentido, Lula también afirmó su deseo de que Venezuela sea un «país lo más democrático posible», recordando que él no estuvo de acuerdo con lo ocurrido cuatro años atrás cuando Estados Unidos, la UE, y algunos países del hemisferio optaron por desconocer las elecciones reeleccionistas de Maduro, optando por otorgar legitimidad a Juan Guaidó, entonces presidente de la Asamblea Nacional.
Frente a Guaidó, Lula afirmó que era un «impostor», lamentando que incluso, Bolsonaro, presidente de su país, también rompiera relaciones con Maduro, al reconocer como mandatario al opositor.
En su intervención ante medios de comunicación, Lula estuvo acompañado de algunos de los que se consideran sus más fuertes alfiles en la anterior justa electoral, referidos a Alozio Mercadante, y Celso Amorín; exministros, uno de ellos como el posible canciller de la eventual nueva era de Lula en el poder.
En referencia a la actual situación del mundo y de la región, Lula afirmó que ha visto con buenos ojos los recientes acercamientos que ha adelantado Maduro con el gobierno de Joe Biden, reconociendo que este ha estado impulsado por la necesidad de EEUU de, ante la guerra en Ucrania, encontrar una serie de proveedores alternativos de energía y combustibles, aplaudiendo que con ello se busque que los precios del petróleo no se disparen mundialmente.
“Me alegró de ver que el presidente Biden está intentando acercarse a Venezuela y espero que no sea solo por el petróleo, espero que sea por la civilización”, apuntó Lula en declaraciones recogidas por el Folha de Sao Paulo.
En ese mismo sentido, Lula afirmó que, de ser eventualmente elegido como nuevo presidente de Brasil, abogará por seguir construyendo el rol internacional de Brasil recordando el papel vital que deben asumir los países del BRIC, en la reconfiguración del sistema internacional.
En esa senda, el candidato Lula apunta que es necesario que, en la reconfiguración del sistema internacional, algunas instituciones internacionales, como el caso de la ONU, puedan ser reformadas de cara a que cumplan con su rol original de “evitar nuevas guerras”, apuntando a que, para esto, se abran las puertas a que más países puedan formar parte del llamado Consejo de Seguridad, publica Semana.
Por: Agencia