El rey Carlos III y su esposa, la reina Camila, conmemoraron este sábado el vigésimo quinto aniversario de la inauguración del Parlamento escocés con un acto en Edimburgo.
El monarca del Reino Unido, ataviado con un kilt (la falda tradicional escocesa), y su esposa entraron a la Cámara baja de Holyrood al son de una fanfarria compuesta específicamente para la ocasión por el músico británico John Wallace y fueron recibidos por el ministro principal de Escocia, John Swinney, y otras autoridades.
Una vez en el interior, el monarca presenció cómo se depositaban el cetro y la espada real junto a la corona de Escocia en el centro del Parlamento, antes de comenzar su discurso, donde hizo hincapié en los desafíos que el planeta enfrenta en cuestiones climáticas y en la importancia de la nación histórica para la familia real.
«Mi fallecida madre (la reina Isabel II) adoraba especialmente el tiempo que pasaba en Balmoral (residencia de la familia real en Escocia) y fue allí, de entre todos los lugares que amaba, donde eligió pasar sus últimos días», dijo Carlos III.
Además, describió la formación del Parlamento de Escocia en 1999 como un «gran hito» para la «larga, rica y compleja» historia de la nación y alabó el desarrollo de la institución en este cuarto de siglo.
«Este Parlamento ha crecido en experiencia y en su habilidad de tocar y mejorar las vidas de muchos individuos y comunidades en esta gran tierra», añadió el monarca.
En esta misma línea, el nacionalista Swinney, que ha formado parte de la Cámara baja escocesa ininterrumpidamente desde su creación, aseguró que Holyrood había sido «la voz de Escocia» en estos años y destacó las «infinitas» posibilidades de autogobierno que la nación histórica posee, con la esperanza de que sigan evolucionando en los próximos 25 años.
Al final de la ceremonia, los reyes del Reino Unido firmaron un libro de visitas frente a un retrato de la fallecida Isabel II en la ceremonia de apertura del Parlamento escocés.
Por: Agencias / Foto: Cortesía