domingo, noviembre 24

Los ilícitos están «incrustados» en la Amazonía, advierte la secretaria de la OTCA

La secretaria general de la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA), María Alexandra Moreira, afirmó que «falta una mayor presencia del Estado» para enfrentar los crímenes que se han «incrustado» en la Amazonía, donde urgen medidas con una visión «integral» y «más amplia».

«Están lamentablemente muy avanzados e incrustados los ilícitos ambientales y los ilícitos en general, lo que nos está generando diferentes impactos negativos dentro de nuestra región», dijo en una entrevista con EFE en vísperas de la Cumbre Amazónica, que se celebrará los días 8 y 9 en la ciudad brasileña de Belém.

Los Gobiernos de Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela debatirán en la capital del estado brasileño de Pará cómo frenar la destrucción del bosque amazónico e impulsar una «nueva agenda» con medios para «implementarla», de acuerdo con la secretaria.

La deforestación, un «enorme problema«

Moreira, de nacionalidad boliviana, subrayó que la deforestación de la mayor selva tropical del planeta es un «enorme problema», al igual que la «pérdida de biodiversidad» y «la contaminación de la calidad hídrica de las aguas superficiales y subterráneas», a lo que hay que sumarle los efectos del cambio climático.

En su opinión, «falta una mayor presencia del Estado a diferentes niveles», algo necesario para combatir el crimen organizado que en los últimos años ha extendido sus redes por la región por su ubicación estratégica como ruta para el tráfico de drogas.

«Ellos no obedecen ni a ideologías políticas, ni a burocracias. Llevan tiempo también ahí, por eso nos urge» que los países asuman «medidas» y den «mayor prioridad» a la Amazonía, indicó.

«La Amazonía necesita de una prioridad mayor» a nivel de «planificación» y «recursos», insistió.

En este contexto, cree que de la Cumbre de Belém saldrá una «agenda renovada» para el territorio que permitirá fortalecer la OTCA, creada en 1995 a partir del tratado firmado en 1978.

La de Belém será la cuarta reunión de presidentes del bloque y la primera desde 2009.

Moreira apostó por aprovechar este «excelente» momento «político de extrema convergencia» a partir del cual «va a ser mucho más fácil soplar» a favor de un futuro sostenible.

«Un mensaje clave que los países van a dar es el fortalecimiento de esta institución» con la dotación de una «mayor capacidad en sus mandatos», adelantó.

En este contexto, rechazó la idea de que la OTCA haya estado «paralizada» por la «falta de convergencia política» de tiempos recientes en Latinoamérica, algo con lo que «hay que saber lidiar».

«Por eso se quiere un organismo institucionalizado y más fuerte que pueda superar estas fluctuaciones y divergencias políticas», apuntó.

Si bien aclaró que el impulso también tiene que reflejarse en las agendas internas de cada país, con un «enfoque particular en las fronteras», donde hay «problemas acumulados».

También invitó a otros actores, como el sector privado, a fomentar «un modelo diferente de desarrollo» a partir de la «innovación y tecnología».

Cambio de mentalidad en la demanda 

Y pidió un cambio de mentalidad no solo en relación al modelo económico, sino también de los consumidores, que tienen que entender que los productos amazónicos «no van a ser estandarizados con la perfección a la que generalmente están acostumbrados».

«Tenemos que entender cómo de difícil es producir en la Amazonía y también estar abiertos como consumidores a no tener ciertos estándares comunes a una producción patrón», añadió.

Llamado a la cooperación internacional

Moreira incidió además en la necesidad de que los países desarrollados cumplan con sus «compromisos financieros» de apoyar a las naciones en desarrollo para que puedan poner en marcha acciones de mitigación y adaptación al cambio climático.

En este sentido, cree que una OTCA fortalecida puede liderar esas negociaciones como bloque, sobre todo en lo referido a la «necesidad de financiamiento» y las «transferencia de tecnología» porque lo que pasa en la Amazonía tiene efectos «más allá» de las fronteras de los ocho socios.

Por: Agencia