Los rebeldes hutíes del Yemen liberaron este domingo de forma unilateral a 112 prisioneros de las fuerzas del Gobierno internacionalmente reconocido, en la primera acción de este tipo en más de un año destinada a reconstruir la confianza entre las partes para poner fin a la guerra iniciada en 2014.
“Hoy anunciamos una iniciativa humanitaria unilateral para perdonar y liberar a 112 prisioneros capturados en varios frentes de batalla”, dijo el jefe de la Comisión de Prisioneros de los Hutíes, Abdulqader al Murtadha, en un discurso durante una ceremonia celebrada para ese fin en la capital yemení, Saná.
Se trata de la primera liberación de prisioneros desde abril de 2023, cuando los hutíes y el Gobierno intercambiaron a 887 presos capturados durante el conflicto, que convirtió a Yemen en el escenario de la peor catástrofe humanitaria del planeta, según la ONU, ya que más del 80 % de su población depende de la ayuda exterior.
Los canjes del año pasado, que incluyeron a 15 ciudadanos saudíes y tres sudaneses, fueron posibles tras contactos entre Arabia Saudí -valedor del Gobierno- y los hutíes, con vistas a alcanzar una solución integral a la guerra que ha asolado el país.
“Esperamos que esta iniciativa ayude a generar confianza, eliminar diferencias y allanar el camino para negociaciones serias, sinceras y transparentes que conduzcan a la implementación de todos los acuerdos firmados entre las partes bajo los auspicios de las Naciones Unidas”, añadió Al Murtadha.
Libertad tras años entre rejas
A la ceremonia, en la mezquita de Al Shaab de Saná, asistieron familiares de muchos de los liberados, que tuvieron que esperar desde primeras horas de la mañana para ver sus seres queridos tras años en cárceles hutíes.
Mientras muchos de los que esperaban en la mezquita les abrazaban entre lágrimas, algunos de los liberados se arrodillaron para besar los pies de sus madres, que esperaban fuera de la mezquita.
“Fue agotador. La (estancia en) prisión fue dolorosa, pero gracias a Dios salimos sanos y salvos después de cinco años”, dijo a EFE uno de los liberados, identificado como Abdul Salam Aqlan, de 40 años.
Aqlan fue capturado por los rebeldes hutíes durante una batalla hace cinco años en la región de Wadi Abu Jubara, en la provincia Saada, en el noroeste del país y feudo de los insurgentes.
En la misma línea, Mukhtar Baalawi, de 30 años, de la provincia central de Ibb, denunció el inmenso sufrimiento que soportó en una cárcel hutí durante un lustro.
“Fue una experiencia difícil, sufrimos mucho. A ninguna de las partes les importa los prisioneros y no le prestan ninguna atención. Pedimos a todas las partes que se preocupen por este expediente puramente humanitario, ya que no debería ser parte de tensiones políticas”, dijo Baalawi a EFE.
Los hutíes, respaldados por Irán, se alzaron en armas en 2014 contra el Gobierno yemení y han podido controlar Saná y amplias regiones del norte y el oeste de Yemen, incluidas estratégicas ciudades en la costa del mar Rojo.
La difícil situación de los prisioneros ha sido un tema muy controvertido en el conflicto de Yemen, ya que los hutíes y el Gobierno se han acusado mutuamente en varias ocasiones de abusar de los cautivos.
Según estimaciones del jefe adjunto de la comisión de prisioneros de los hutíes, Murad Qasem, “miles” de personas siguen cautivas por el grupo rebelde y las fuerzas gubernamentales, que en los últimos años han dado pasos significativos para poner fin a la violencia que ha devastado el Yemen.
Mi experiencia fue bastante dura y el sufrimiento fue extremadamente severo, no puedo hablar de ello ahora. Pido a todas las partes que actúen con urgencia y tomen medidas serias para resolver este complejo expediente humanitario de los prisioneros”, dijo a EFE Dhiá al Shayie, de 30 años, que también pasó cinco años en una cárcel hutí.
Por: Agencias / Foto: Cortesía