En la jerga popular, el apellido Robinho está vinculado a los hechos delictivos. Pero en Brasil, el famoso exfutbolista que dejó su huella en potencias de la talla del Real Madrid, Manchester City y Milan, entre otros, pasó una Navidad distinta en 2024. Es que el exdelantero permanece recluido en la Penitenciaría II de Tremembé, en el estado de San Pablo, y no pudo celebrar las fiestas de fin de año en compañía de su esposa Vivian, ni de sus tres hijos, después de que las autoridades penitenciarias rechazaran su solicitud de un permiso especial.
Desde marzo de 2024, el exdelantero cumple una condena de 9 años de prisión, como parte de una sentencia firme emitida por la Justicia italiana en 2017. El tribunal de apelaciones del estado europeo lo halló culpable de participar en la violación en grupo a una mujer albanesa en un club nocturno de Milán, hechos ocurridos en enero del 2013. Pese a que el exfutbolista apeló a la decisión en reiteradas ocasiones, en 2022 se agotaron los recursos legales, confirmándose así la sentencia definitiva, reseñó EFE.
A su llegada a su país, donde reside desde su salida de Italia, un juez brasileño autorizó la ejecución de su condena en la ciudad paulista. Debido a una cláusula constitucional que prohíbe la extradición de ciudadanos brasileños, Robinho inició su reclusión el 21 de marzo de 2024 en Tremembé, una cárcel conocida por albergar a figuras mediáticas y personas condenadas por delitos graves. Su amigo y cómplice Ricardo Falco, quien fue sentenciado por el mismo caso, fue recluido meses después.
Lo llamativo es que en el penal Dr. José Augusto César Salgado P2 los internos tienen la posibilidad de utilizar un Tinder especial. Según informó el periodista Ullisses Campbell, “los reclusos crearon una aplicación con chicas de otro módulo ubicado a 5 kilómetros, en donde ellas pueden enviar fotos de cuerpo entero junto a cartas que son leídas por el personal de seguridad de la cárcel”.
De hecho, la llama del amor se encendió entre Vínicius Nunes, un reconocido criminal que mató a su hermano, y Jaqueline Moraes, quien apuñaló 56 veces a su marido. Sin embargo, el asesino no se interesó por su cita, debido a que se sintió defraudado por las imágenes que mostraba su candidata: “Parecía más delgada y más joven”, explicó el enamorado que terminó conociendo a otra mujer con la que acabó comprometido.
Después de dejar el Manchester City, la idea de volver a Brasil ganaba cada vez más fuerza, pero entonces el AC Milan le tendió la mano. Allí, en la ciudad del norte de Italia, su caída a los infiernos terminó por certificarse. En 2013, junto a un grupo de amigos, violó a una joven albanesa de 22 años en una discoteca de Milán. El informe judicial recogía: “Abusaron de las condiciones de inferioridad psíquica y física de la persona atacada, que había ingerido sustancias alcohólicas, de manera insidiosa y fraudulenta, consistente en ofrecerle de beber hasta el punto de dejarla inconsciente e incapaz de oponerse”.
Por Agencia