La captura de alias Salomón no solamente desequilibró la estructura del «Tren de Aragua» en Bogotá sino que destapó una serie de aspectos sobre la distribución de la organización en la ciudad.
Un agente de inteligencia que siguió la pista a los capos de esta banda transnacional aseguró que es equivocado pensar que solo tienen actividad en los barrios marginales de la ciudad, reseñó El Tiempo.
Según este agente, hay varias líneas investigativas que indican que los capos del «Tren de Aragua» que llegaron a Bogotá ya no estarían concentrados en localidades como Bosa y Kennedy, sino que están camuflados en algunos de los barrios más exclusivos de la ciudad.
«Esto nos ha causado mucha curiosidad porque hay unos invisibles de la estructura que están viviendo en las zonas más exclusivas de Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Cali. Ellos manejan perfiles muy altos con carros Audi, BMW y que no son fáciles de judicializar porque nunca se les encuentra nada», aseguró el investigador.
No obstante, las redes de esta organización criminal no solo se extendieron por los barrios exclusivos sino que, según los documentos clasificados, se tiene pistas de que estos hombres llegaron incluso a adquirir empresas en la capital del país, como lo hicieron en Chile y Perú.
«Dentro de la investigación hemos podido darnos cuenta de que, por ejemplo, ‘Niño Guerrero’ es muy ostentoso y que su modelo a seguir es Pablo Escobar. Él quiere ser más que el mismo capo colombiano y dice que si Pablo se tomó una foto en la Casa Blanca sin que nadie se diera cuenta, él también lo hará (…) prueba de esto es que su red ya está en Estados Unidos, España y China», anotó.
En esa misma línea, también hay indicios que señalan que los «capos fantasma» son una nueva forma de coordinación de las estructuras criminales que se están regenerando en todo el mundo. «Estos nuevos liderazgos son invisibles porque no buscan un enfrentamiento con el Estado, a diferencia de los grupos armados al margen de la ley, y lo que buscan es minimizar las posibilidades de que las autoridades sepan dónde están».
Y es que se sabe que los verdaderos capos del «Tren de Aragua» fueron hombres que se alejaron de todas las redes de comunicación, como «Niño Guerrero», y se dedicaron al lavado de dinero pasando de lo irregular a lo legal «comprando acciones, empresas, pequeños negocios, las asociaciones a gremios de la industria y la incursión en las finanzas de criptomonedas, tanto así que el FBI ya le sigue la pista a este modus operandi», dijo el agente consultado.
Finalmente, este diario conoció que el «Tren de Aragua» no solo se viene apoderando de apartamentos y empresas en el norte de la ciudad, sino que algunas discotecas ubicadas en La Calera también fueron víctimas de esta organización. «Llegan como trabajadores y luego se expanden como una plaga hasta que son tantos que logran sacar a los propios dueños»; desde allí, los mandos medios de la organización lideran las rentas del narcotráfico en los sectores privilegiados de la ciudad.
Por Agencia