El hombre pisó la Luna por última vez en 1972 y, desde entonces, ninguna misión ha vuelto a llevar un ser humano al satélite de la Tierra. No obstante, 52 años después de este hito histórico, la NASA tiene en marcha el programa Artemis para que los mortales vuelvan a pisar la superficie lunar dentro de unos años con el objetivo de establecer una base permanente gracias a las misiones Artemis II –programada en septiembre de 2025– y Artemis III –prevista para septiembre de 2026–.
Aunque si nos adentramos en la segunda misión de este ambicioso programa, la NASA está cien por cien comprometida a cumplir con la fecha seleccionada, debido a que los astronautas seleccionados para esta misión tripulada probarán la nave espacial Orion, por primera vez, durante el vuelo de prueba Artemis II.
«Si bien bien muchas de las maniobras de la nave espacial, como las grandes quemas de propulsión, están automatizadas, una prueba clave llamada demostración de operaciones de proximidad evaluará las cualidades de manejo manual de Orion», explica la Nasa en su blog oficial.
Así será la primera prueba de Orion en el espacio
Durante la demostración de aproximadamente 70 minutos, la tripulación comandará a Orion a través de una serie de movimientos utilizando la etapa superior separada del cohete SLS (Sistema de Lanzamiento Espacial, por sus siglas en español) como marca. Y, mientras tanto, la etapa de propulsión en el espacio, llamada ICPS (etapa de propulsión criogénica provisional,por sus siglas en español), se utilizará para evaluar cómo vuela Orion con los astronautas a bordo.
Cuando los cosmonautas «estén a salvo», la etapa superior del cohete lunar se disparará dos veces para poner a Orion en una trayectoria de órbita terrestre alta y, después, la nave espacial se separará automáticamente de la etapa del cohete, disparando «varios pernos de separación» antes de que los resortes empujen a Orión a una distancia segura.
Posteriormente, cuando la nave espacial se aleje y realice «una voltereta hacia atrás automatizada», Orion detendrá su movimiento «relativo» y la tripulación tomará el control y utilizará los controladores manuales de traslación y rotación junto al sistema de visualización para garantizar que la nave responde como se espera.
A continuación, Orion se detendrá y la tripulación comprobará las cualidades de manejo de la nave espacial, luego, retrocederá para proteger sus propiedades térmicas y los astronautas iniciarán una segunda ronda de maniobras manuales. Al final de la demostración, Orion realizará una combustión de salida automatizada para entrar en la atmósfera de la Tierra, sobre una ubicación remota en el Océano Pacífico.
Ante dicho ensayo, Brian Anderson, gerente de encuentro, operaciones de proximidad y acoplamiento de Orion dentro del Programa Orion en el Centro Espacial Johnson de la Nasa, indica que «siempre hay diferencias entre una simulación terrestre y cómo volará una nave espacial real en el espacio. Esta demostración es un objetivo de prueba de vuelo que nos ayuda a reducir el riesgo de futuras misiones que impliquen encuentros y acoplamientos con otras naves espaciales».
«Es posible que la demostración no salga como se espera»
«Como ocurre con muchas de nuestras pruebas, es posible que la demostración de operaciones de proximidad no salga exactamente como se espera», señala Anderson en el blog oficial. «Incluso si no logramos cada parte de la demostración, continuaremos con el vuelo de prueba según lo planeado para lograr nuestros objetivos principales, incluida la evaluación de los sistemas de Orion con la tripulación a bordo en el entorno del espacio profundo y mantener a la tripulación segura durante la demostración».
Por otro lado, la misión Artemis II, de aproximadamente 10 días de duración, pondrá a prueba las capacidades fundamentales de exploración humana del espacio profundo de la Nasa, el cohete SLS y la nave espacial Orion, e incluso allanará el camino para las futuras misiones a la superficie lunar.
Por: Agencias / Foto: Cortesía