Los 10 deportistas cubanos que solicitaron refugio en Chile, siete de ellos participantes en los Juegos Panamericanos Santiago 2023, se presentaron este viernes, invitados a entrenarse en un gimnasio municipal de la capital chilena, después de sus peticiones fueran recibidas por el gobierno chileno y les otorgaran una visa de ocho meses hasta la resolución de sus trámites.
La decena de atletas cubanos están representados por el mismo estudio de abogados, Hurtado y Bonito, y se trata de dos grupos que decidieron no regresar a la isla en momentos diferentes, pero que tienen una conexión.
Los más recientes que abandonaron por su cuenta la villa deportiva tras la clausura el pasado domingo de los Juegos Panamericanos, celebrados en la capital del país austral, son seis jugadoras del equipo de hockey sobre césped: Yunia Milanés, Jennifer Martínez, Yakira Guillén, Lismary González, Helec Carta y Geidy Morales, y el medallista de bronce en 400 metros vallas, Yoao Illas.
Un plan preconcebido hace meses
Milanés, de 28 años y capitana del equipo de hockey, siguió los pasos de su novio Lázaro Tolón, quien ya se encontraba en Chile desde hace cinco meses luego de separarse de una delegación cubana de hockey masculino tras una gira de preparación en el país austral. Junto a Tolón se quedaron los jugadores Yordankys Méndez y Yurisan Socarrás, detalla EFE.
“Es una decisión supercompleja. La principal razón por la que tomamos esta decisión es sentirnos libres en todos los aspectos, es lo que puedo decir”, dijo Tolón a los medios al tiempo que se mostró agradecido por el apoyo que han recibido.
El jugador reconoció que brindaron soporte a sus compañeros que decidieron no regresar a la isla tras los panamericanos: “Nos pusimos en contacto para brindarles el apoyo como compañeros cubanos que somos, ya que llevábamos unos meses antes”.
El abogado Mijail Bonito informó de que los deportistas recibieron todos los visados provisionales que les permitirán incluso trabajar, mientras el trámite de solicitud de refugio sigue su curso.
“La institucionalidad funcionó como corresponde”, dijo.
Cinco atletas del grupo viven en una casa y los otros cinco están en un hotel. Todos están a la expectativa de que esas oportunidades que vinieron a buscar se materialicen.
“Esperamos que las muestras de solidaridad que han recibido se conviertan en ofrecimientos concretos para que puedan volver a desarrollar su actividad deportiva y ser el aporte que puedan ser para este país”, afirmó Bonito.
Peligro de instrumentalización política
Lismary González, una de las jugadoras de hockey, quien tiene 23 años, resume las motivaciones que la llevaron a no volver a su hogar y dejar de ver a su familia, al igual que el resto, por un tiempo por ahora indeterminado.
“Decidí tomar la decisión porque en Chile se respeta la individualidad y hay mucho desarrollo en la vida deportiva, uno se puede desarrollar. Se me pueden abrir puertas en mi vida personal y profesional. Nos gustaría asentarnos en un club y que se nos abran puertas para hacer lo que nos gusta y terminar la carrera de licenciatura en cultura física”, comentó.
Este viernes recibieron la invitación del alcalde conservador Cristóbal Lira, de la comuna de Lo Barnechea, uno de los sectores de mayor nivel económico de la capital chilena, a quien se le acusa de politizar la cuestión, pese a que él asegura que solo tiene la intención de integrarlos para impulsar el deporte en este privilegiado barrio.
“Podemos perfectamente bien recibirlos acá, hacer talleres de deporte apenas solucionen su problema migratorio. Estoy seguro que va a entusiasmar mucho a los jóvenes de Lo Barnechea a hacer deporte”, aseguró.
La cifra podría ser más alta
La huida de deportistas cubanos cuando salen a competir en giras internacionales no es nueva. “Es un tema de moda en el deporte cubano”, reconoció Tolón. Cifras no oficiales hablan de más de 100 atletas isleños que lo han hecho desde el pasado año.
Reportes de diferentes medios locales e internacionales dan cuenta de que el número de deportista cubanos que permanece en Chile sería mayor, pero no ha podido oficializarse.
En este grupo estarían un remero, que habría abandonado a su equipo luego de un torneo clasificatorio para los Juegos Panamericanos que finalizó el 19 de abril, y una baloncestista que viajó con la delegación y no llegó a competir en Santiago 2023.
Por: Agencias / Foto: Cortesía