domingo, diciembre 22

Lo que se sabe de Urano podría ser un error, según nueva investigación

En 1986 la Voyager 2, una de las naves de una misión comenzada en 1977, sobrevoló Urano, obteniendo la principal fuente de conocimiento que tenemos hasta ahora del planeta más frío del Sistema Solar.

En ese entonces los científicos descubrieron que Urano tiene un campo magnético extrañamente asimétrico, desalineado con la rotación del planeta y lleno de electrones energéticos. Sin embargo, un nuevo análisis, publicado en la revista Nature Astronomy, sugiere que en esas lecturas pudo haber un error que estaría alterando lo que se ha asumido por casi 40 años, con relación a este planeta, reseña National Geographic. 

Un evento que cambia las lecturas

De acuerdo con la investigación, al momento en que la nave recabó esta información sobre Urano, el planeta habría reflejado las consecuencias de una ráfaga de viento solar, cosa que perturbaría el campo magnético de ese mundo, dando las inusuales lecturas que han servido para describirlo.

“Si la Voyager 2 hubiera llegado solo unos días antes, habría observado una magnetosfera completamente diferente en Urano”, dijo, en un comunicado, Jamie Jasinski del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA y autor principal del nuevo trabajo. “La nave espacial vio a Urano en condiciones que solo se dan alrededor del 4% de las veces”.

El asunto llevó a otras conclusiones erróneas, que igualmente estarían dando una visión equivocada de lo que es Urano. Por ejemplo, hubo desconcierto cuando se vio que había un déficit de plasma, algo que hacía pensar que las lunas del planeta no producían iones de agua. No obstante, la nueva sirvió para notar que la misma ráfaga solar habría expulsado el plasma típico de magnetosfera.

Los investigadores reconocen que lo raro de todas estas lecturas fue aquello que los motivo a hacer esta investigación. Según sus declaraciones “este nuevo trabajo explica algunas de las aparentes contradicciones, y cambiará nuestra visión de Urano una vez más”.

Por:Agencias / Foto: Cortesía