Llegamos al mes último del año con la velocidad de estos tiempos, llenos de tantas luchas, de tantas dificultades, de trabajo para consolidar cada objetivo propuesto en pro de garantizar buen vivir y el diálogo en nuestra patria y el continente.
Los deseos y los mensajes de la época nos llaman a la concordia y al respeto, a recuperar la voluntad de integrarnos para superar problemas, sumando esfuerzos. Nos llama la época para dejar de lado odios, señalamientos y caminar a mejores estadios de vida en común junto a los venezolanos de buena voluntad.
Villancicos y gaitas zulianas son un llamado constante a la solidaridad, al trabajo conjunto en busca de objetivos de bien común tan urgentes para nuestro país. Año de pruebas muy duras para todos los venezolanos el 2022 que va llegando a su fin.
Solamente si deponemos odios, si alejamos la destrucción y proponemos modos de construir, en lugar de golpear y señalar, podremos ver la luz de la paz y el encuentro, más allá de confrontación visceral. Debemos llamarnos, como los soldados adversarios en medio del invierno al final de la segunda gran guerra; es fundamental que militemos en este sentido para superar duros momentos de la historia nacional.
Que la navidad y sus mensajes nos permitan apreciarlos como somos, venezolanos en cualquier parte del mundo, con nuestra alegría y nuestra manera de ver la vida, que la nostalgia no sea rabia sino ternura, que el recuerdo sea incentivo para todos en trabajo positivo y constructivo.
Preparemos nuestros hogares, nuestras almas, como aquella pesebrera de Belén para recibir al niño Dios, que quiere nacer en nuestra familia y renovar nuestra fe. Lo requiere Venezuela, lo necesitan nuestros hijos y nuestros nietos.
Todos precisamos levantar en nuestro corazón y desde la familia, la paz y el amor para construir, con dedicación y entrega una nación solidaria y prospera.
Preludio de lo que será el 2023 debe ser este mes último del año. De participación y compromiso colectivo para las mejores cosas en comunidad y en respeto.
Por Francisco Arias Cárdenas