Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada cinco mujeres y uno de cada 13 hombres adultos declararon haber sido víctimas de abusos sexuales en la infancia.
Yanitza Hernández Chirinos, presidenta del Consejo de Derechos del Niño, Niña y Adolescente de Maracaibo manifestó que la cifra es «alarmante» en Maracaibo. Indicó que este flagelo contra los niños, niñas y adolescentes incrementó a nivel internacional después del encierro por la pandemia del virus COVID-19 sobre este delito a los más vulnerados del hogar.
«Pero más alarmante es la cifra de los casos que no se denuncian. En el Consejo se reciben al menos 10 denuncias a la semana, solo del municipio», manifestó.
La también abogada señaló que el primer paso que deben realizar los padres que pasen por este proceso es denunciar inmediatamente a los organismos de seguridad y luego iniciar el tratamiento psicológico para los sobrevivientes.
«Es complicada y larga la terapia a los sobrevivientes de abuso sexual, al parecer las niñas pueden, con el tiempo, sobreponerse a la situación, en cambio a los niños les cuesta más», puntualizó.
Explicó que en este momento están en el proceso de realizar una estadística exhaustiva por parte de su despacho.
«Las últimas estadísticas oficiales de vulnerabilidad de derechos en Maracaibo datan del 2007, por lo que nos hemos propuesto hacerlo nuevamente», manifestó.
Efecto post-pandemia
Hernández Chirinos comentó que el abuso sexual en niños, niñas y adolescentes aumentaron producto del encierro que tuvo el mundo por la pandemia.
«Estoy convencida que es uno de los factores, este delito siempre ha existido pero no eran tan frecuentes las denuncias, ahora son muchos más, el pasar encerrados en un mismo lugar sin herramientas para generar dinámicas positiva pueden despertar nuestro peores defectos», aseveró.
En un estudio realizado por el Fondo de las Naciones Unidas para la infancia (UNICEF), el abusador que vulnera los derechos de los niños, niñas y adolescentes es en su mayoría una persona muy cercana del núcleo familiar.
La presidenta del Consejo de Derecho del Niño, Niña y Adolescente manifestó que existen varios tipos de abuso sexual, sin tener que llegar a la penetración.
«El abuso sexual es perpetrado cuando hay un rechazo por parte de la víctima, que mi papá me lave y sienta daño en mis partes íntimas ya es una señal del abuso contra el menor», explicó.
Hernández comentó que durante los programas de sensibilización que ellos llevan de la mano con un equipo multidisciplinario de la Alcaldía de Maracaibo en las comunidades y escuelas del municipio descubren posibles sobrevivientes de abuso en la ciudad.
«Cuando le damos información a los niños, niñas y adolescentes ellos descubren que lo que está sucediendo en sus casas no es la apropiada, no podemos obligar a los infantes a besar al tío, al cuñado al padrastro, si ellos muestran un rechazo a esa orden», explicó.
«Muchas de las denuncias que llegan a nuestro despacho, es porque un niño ha cambiado su manera de comportarse si era un niño elocuente, hiperactivo y de pronto se vuelve callado y evasivo, como también al contrario es agresivo es una señal alta y fuerte que se debe investigar», comentó.
Amor y diálogo para la prevención
La posición de poder es una característica del perpetrador. «El abuso sexual no es un acto que se hace de inmediato contra el sobreviviente, como lo llamamos, es un evento que es paulatino, comienza con una caricia mal intencionada, la normalización y la amenaza juega un papel fundamental en la situación«, puntualizó.
La también terapeuta explicó que una de las característica que presenta un niño, niña y adolescente de un posible abuso sexual es el cambio de actitud.
La también abogada explica que con el amor y la compresión pueden prevenir el abuso sexual en los niños.
«Nuestra campaña es clara ‘por los derechos de los niño, niñas y adolescente sembremos amor’, ese sentimiento es la respuesta, la legislación internacional acoge al amor como un derecho, por lo que no debemos dejar de hacer programas de sensibilización, no dejar la formación, el diálogo, la escucha activa y la real información permanente desde la familia para la prevención».
Por: Evelis Borjes / Foto y video: Lizaura Noriega