Centenares de migrantes saturan estos días dos albergues y un campamento improvisado en Reynosa, en la frontera norte de México, en una situación recrudecida por el arribo de miles de haitianos y el restablecimiento del programa «Permanecer en México», que dificulta el cruce a Estados Unidos.
«El día de hoy los albergues están a su máxima capacidad dado que no hay cruces a solicitantes de asilo (…) y la plaza de la República (la plaza central del municipio) está cubierta en su totalidad» por un campamento migrante, informó a medios el delegado del Instituto Tamaulipeco para los Migrantes, Ricardo Calderón Macías.
La región lidia desde hace meses con un flujo migratorio histórico, con 147 mil indocumentados detectados en México de enero a agosto, el triple de 2020, y un récord de 212 mil indocumentados detenidos solo en julio por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) de Estados Unidos.
Una situación que, en el norte de México, se ha agudizado en los últimos días con el arribo de migrantes, en su mayoría haitianos, que lograron burlar los operativos para frenarlos en el suroriental estado de Chiapas.
Se estima que son alrededor de 13 mil migrantes, en su mayoría de Haití, los que arribaron masivamente en días recientes y quedaron retenidos por las autoridades migratorias de Estados Unidos en un campamento improvisado bajo el puente internacional que une Del Río con Ciudad Acuña, en Coahuila.
Pero para arribar a este punto muchos han hecho parada en otras ciudades del norte como Monterrey o Reynosa, donde se ha agudizado una ya de por sí frágil situación.
Los albergues, que ya estaban llenos, ahora están al borde del colapso por el arribo de varios centenares de haitianos el pasado fin de semana, primero en vehículos y finalmente a pie.
Rumbo a Coahuila
Otros haitianos continuaron su ruta hacia el oeste hasta llegar a Coahuila, donde intentaron cruzar masivamente por Ciudad Acuña hasta Del Río (Texas), poniendo en alerta a las autoridades estadounidenses.
En una rueda de prensa desde Del Río, el secretario de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, reiteró este lunes que las fronteras de su país «no están abiertas» y que los migrantes «no deben emprender el peligroso viaje» hasta el linde.
A raíz de los sucesos más recientes, donde se ha acusado a agentes estadounidense a caballo de llevar látigos, los migrantes haitianos llegan ese punto con miedo.
«Lejos de sentir alivio de llegar a la frontera ahora estamos pensando que está un poco fea la situación y están deportando gente», manifestó Jhony, todavía desde Reynosa.
La ONU afirmó este martes que EEUU está incumpliendo las normas internacionales con la expulsión masiva de los haitianos que en los últimos días cruzaron por miles la frontera desde México y ahora se encuentran acampando debajo de un puente internacional en la localidad de Del Río, ubicada en el sur de Texas y fronteriza con Ciudad Acuña, del lado mexicano.
Por: Agencia