Latinoamérica y el Caribe crecerá en 2023 solo un 1,4 %, según cálculos presentados este miércoles por Naciones Unidas; El informe alerta de un rápido deterioro en la economía de la región y de las difíciles decisiones a las que se enfrentan las autoridades para tratar de enderezar el rumbo.
Tras crecer a un ritmo estimado del 3,8 % en 2022, este año los países latinoamericanos y caribeños experimentarán una fuerte desaceleración como consecuencia de la compleja coyuntura a nivel global, una inflación que continuará siendo muy elevada, a lo que se unen el poco espacio fiscal y otros problemas estructurales.
Según la ONU, las mayores economías de la región verán un crecimiento muy limitado durante 2023, afectadas tanto por factores externos como internos y con importantes riesgos de que la situación empeore aún más.
En Brasil, se prevé que el producto interior bruto (PIB) progrese un 0,9 % en medio de una fuerte inflación, tipos de interés más altos y un menor crecimiento de las exportaciones.
México, mientras, crecerá un 1,1 % como consecuencia del frenazo económico en Estados Unidos, un menor acceso al crédito y problemas en la cadena de suministro que limitarán la actividad industrial.
En el caso de Argentina, Naciones Unidas habla de una «crisis» marcada por niveles récord de inflación y un ajuste de la política monetaria que hará que el país crezca un 1 %, aunque con altas posibilidades de que la cifra final sea peor.
Inflación, pobreza e incertidumbre
Aunque se espera que comience a calmarse, la inflación seguirá siendo en 2023 un grave problema en toda la región, con una tasa prevista del 16,3 % para este año, ligeramente por debajo de la de 2022, y disparada en el caso concreto de algunos países como Argentina y Venezuela.
En su informe de perspectivas para la economía global, la ONU subraya que Latinoamérica tiene que acelerar de forma urgente su crecimiento económico, que se mantiene en niveles insuficientes para mejorar los estándares de vida y las condiciones socioeconómicas.
Por Agencia