viernes, noviembre 8

Las Ordenanzas del Progreso

Que la gente pueda llegar tan lejos, como el sudor de su frente, en el empeño de su trabajo se lo permita, en eso creemos fielmente; en apostar por el camino de que la gente pueda echar pa’lante. Estamos claros de que el camino hacia el progreso puede estar lleno de obstáculos, sobre todo en un país como el nuestro, pero siempre habrá puertas que se abren. Y en el caso del progreso económico, es impensable la prosperidad sin la apertura de las Santamaría de todos aquellos comercios que con mucho esfuerzo continúan apostándole a Venezuela y que hoy, muchas de ellas, permanecen cerradas.

No tengo la menor duda de que una de las principales razones del fracaso económico de nuestro país, es que algunos de forma equivocada han visualizado al sector privado como un enemigo. Para salir adelante, es necesario creer en la empresa privada como aliada y no como enemiga; comprender al sector privado, a los comerciantes, como piezas fundamentales en la creación de oportunidades, de soluciones y de crecimiento.

La realidad nacional ha obligado a miles a desistir en el desarrollo de sus negocios y en el caso particular del Zulia, específicamente de Maracaibo convertida en una ciudad postapocalíptica, ha sido una política de destrucción que buscó con saña asfixiar al pequeño, mediano y gran empresario. Porque sí, llevamos la peor parte de la tragedia nacional como un estado que jamás se ha doblegado a la mal llamada “revolución”. Por el compromiso de Maracaibo y del Zulia con la lucha democrática, hemos sido castigados, despreciados y maltratados sin posibilidad alguna de defensa, por la conducta servil al sistema, de las gestiones salientes en la alcaldía y la gobernación.

Más de 20 años de esos desaciertos han derivado en un aparato productivo nacional mermado y la fuga de miles de millones, que hoy son la inversión que salva otras economías, cuando podrían estar generando empleo, desarrollo, bienestar y todo lo positivo que trae consigo el progreso. Eso sin hablar de los otros miles de millones que, por la corrupción, se han fugado sin el más mínimo decoro.

En Maracaibo se ha abierto un camino, trabajaremos arduamente por dar un ejemplo de empuje a la reactivación económica de un municipio que encontramos destruido. Cuando iniciamos nuestra campaña electoral, que nos permitió con el voto popular alcanzar el triunfo del pasado 21 de noviembre, propusimos el plan ‘Sube tu Santamaría’, para contribuir con el desarrollo económico del municipio, y a su vez, ser una vitrina para Venezuela de las cosas buenas que suceden cuando hacemos equipos sólidos, en vez de estar atacando, persiguiendo y coaccionando al sector privado.

Y habiendo asumido ya las riendas del municipio, la prioridad es contribuir con toda esa fuerza de desarrollo económico que, por culpa de una ordenanza extorsiva implementada por la gestión de Willy Casanova, estaba contra las cuerdas. Hay quienes lograron resistir y otros que cerraron con la esperanza de algún día poder subir nuevamente su Santamaría. Y ese día llegó. Tras la presentación de la Reforma de la Ordenanza de Actividades Económicas, la primera de un grupo de lo que hemos denominado serán las ‘Ordenanzas del progreso’, buscamos reactivar el deprimido aparato productivo de Maracaibo, cumplir con nuestras responsabilidades con el municipio y crear fuertes y sólidas alianzas con el sector privado que se transformen en bienestar para las comunidades.

Con esta reforma, además de exigir que cada proceso de fiscalización se realice apegado a la ley, en cumplimiento del debido proceso, se plantean incentivos fiscales para nuevos emprendimientos que decidan iniciar formalmente sus actividades en el municipio. También se revisarán las alícuotas en rubros estratégicos como el transporte de pasajeros y el sector salud y se elimina el mínimo tributario. Pero además de ello, también es el recordatorio de que la municipalidad se encargará de las labores que le corresponden, y no tendrán que ser los empresarios quienes asuman las cargas del gobierno local. El cobro de impuestos supone la prestación de servicios públicos que deben ser debida y oportunamente brindados, y no una “vacuna” para llenar los bolsillos de los funcionarios de turno.

Las Ordenanzas del Progreso llegaron para brindarle a Maracaibo una gestión de seguridad para los comerciantes y de oportunidades para todos. Más negocios de puertas abiertas, son más vacantes laborales, son más opciones para los compradores, son mejores precios por la sana competencia. Más comercios con sus Santamaría arriba significan movimiento en la ciudad, actividad para el transporte, vida en las calles.

Estas ordenanzas son normas de convivencia productiva, en función del progreso que compartimos desde Maracaibo y confiamos, sean esperanza para todo un país que quiere salir adelante y que se levanta todos los días, anhelando que eso suceda. Esperamos en esta cruzada, por levantar las Santamaría, unir a todos los sectores y darles a los marabinos soluciones y oportunidades.

Por: Rafael Ramírez Colina, Alcalde de Maracaibo