La bendición de María Santísima recorre las calles de Maracaibo con ella, pues este sábado en la tarde la sagrada reliquia de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá ya está abajo.
En un acto religioso que congregó a más de 200 mil personas en la plazoleta de la Basílica Santuario Mariano para ver la patrona de Zulia descender de su altar y aprovechar para agradecer a Dios por el Milagro de la Renovación Mariana.
A las 7: 41 de la noche la Chinita atravesó el pórtico del Santuario Mariano bajo una lluvia de flores. Luego que terminara su descenso los fuegos artificiales iluminaron el cielo por completo, mientras la reliquia era recibida por parte del claro zuliano congregado en el altar dispuesto para la ocasión.
Entre oraciones y las gaitas de los Chiquinquireños, quienes celebran sus bodas de plata, fue acomodada en su trono para luego saludar a sus gaiteros entre quienes estaba Ricardo Cepeda, el «Colosal».
Una marea humana recibió con los brazos abiertos a la Virgen de Chiquinquirá a su patrona para caminar por primera vez, en este año, por la Calle Derecha.
El hijo que honra a su Madre y a su pueblo
Monseñor Helizandro Emiro Terán Bermúdez, arzobispo metropolitano de Mérida, presidio la eucaristía, que no podía iniciar sin una salutación de José Luis Azuaje, máximo clérigo de Maracaibo, quién se encuentra en Roma en el Sínodo sobre la Sinodalidad, pero envío una carta a los feligreses.
«María implica reencuentro , cercanía y ternura. Implica un compromiso de quedarse con nosotros , atendiendo a sus hijos con predilección sobre todo a los que más sufren. Desde Roma quiero enviarles a ustedes, querido pueblo de Dios, con la esperanza de que en estas fiestas mantengamos la alegría y nos unamos a la Iglesia universal que reza por la paz», leyó Nedward Andrade, párroco de la Basílica.
Llamado a alcanzar a Cristo a través de María
En su homilía monseñor Helizandro Terán mostró su «sano orgullo» por ser marabino, pero también su preocupación por llamarse católico y mariano sin demostrar lo que eso quiere decir.
«Mis queridos hermanos el objetivo de la vida de cada uno de nosotros es la vida en gracia porque el gracia originante hemos sido creados todos. Lo constitutivo del hombre no es el pecado porque deshumaniza y deforma al hombre «, indicó el máximo clérigo de Mérida.
Recordó que María es más mayor que la esfera del mal y del pecado, además apunta a que cada uno de los seres humanos está predestinado como Cristo a ser hijos de Dios.
«Nos acostumbramos a decir que creemos en Dios (…) Sin embargo no hemos dejado que el espíritu nos queme de la vivencia autentica de su evangelio, incluso parece que cuando decimos ‘tengo fe’ nos dispensamos de anhelar el rostro del padre que se nos ha revelado en Cristo Jesús», indicó el sacerdote.
4.41 paso pórtico de la basílica en una lluvia de flores y nos transforme que se nos ha indicó el sacerdote.
Por: José Manuel Sánchez / Fotos y videos: Lizaura Noriega