La reciente presentación de la memoria y cuenta por parte del Gobernador Manuel Rosales de su primer año de gestión de gobierno, en su nuevo mandato, puede calificarse como un hecho de clara vision institucional en nuestra convulsionada historia política.
El Gobernador Rosales demostró su apego a la constitucionalidad del país y a la del Estado, al darle cumplimiento a lo que está establecido en la Constitución que obliga a rendir cuentas ante el pueblo, representado en el Consejo Legislativo, de su acción de gobierno. Destacó los grandes avances que ha tenido la región en apenas un año de gestión en las áreas más sensibles de la vida de la región como son la salud, la educación, servicio públicos, y otras a las cuales está obligado atender con eficiencia y prontitud. Rosales también enfatizó sobre temas políticos, entre los cuales destacan las negociaciones en México y el regreso de las transnacionales petroleras, entre otras.
El Gobernador Rosales dijo puras verdades y nada más que la verdad. No podía dejar de expresar el estado ruinoso y de destrucción en que fue dejado el Zulia producto de la desatención a que fue sometido durante la gestión que le precedió. Y qué decir del manejo de los recursos que se hicieron en esa administración, lo cual calificó de inauditable por la opacidad con que fueron administrados pues más del 80% de quienes dirigían entes de gobierno no entregaron cuentas.
Fue un arduo trabajo que durante 2022 realizó en salud, educación, seguridad, deportes, recuperación de hospitales y ambulatorios, así como el regreso de los programas Con Buenos Ojos, escolar y comunitario, Barrio a Barrio, Signo Vital, además, de activación de los laboratorios para la realización de exámenes de sangre y otros, totalmente gratis. Digno de destacar es el anuncio del Gobernador Rosales sobre el trabajo de construcción, remodelación y modernización en las 555 escuelas del Zulia, así como los programas de becas «Jesús Enrique Lossada», Saber y Emprender, Robótica e Inteligencia Artificial.
No podía dejar de mencionar el regreso de la institucionalidad al hacer justicia devolviendo bienes expropiados al sector privado, garantizando la seguridad jurídica y relanzando las relaciones con éste, con miras a un Zulia Productivo, con apoyo a la empresa privada y a los emprendedores.
Todo esto se pudo realizar con el situado Constitucional que obligatoriamente le corresponde al Zulia a la hora de asignación del presupuesto de la nación y con los aportes del fondo de compensación interterritorial que asigna por ley el Gobierno. «Nuestro petróleo y el gas no se pueden quedar bajo la tierra, mientras en la superficie florece el hambre», manifestó el Gobernador con plena conciencia de ese discurso. Reconoció que el desastre y la situación que vive Venezuela, se inició por un mal modelo político, económico, social aplicado en el país, pero después, en el tiempo, las sanciones han venido a asfixiar a nuestra sociedad.
Y dijo que el daño mayor se siente en las profundidades de los barrios, en la clase media, en la franja de los jóvenes que abandonan su patria, en la industria, el comercio, en el sector agropecuario.
El Gobernador reiteró que su gran ambición es que el Zulia vuelva a brillar en su máximo esplendor y quiere un Zulia moderno en la ciudad, en el campo, un Zulia epicentro de la Inteligencia Artificial, un Zulia de fulgurante zona industrial, un Zulia poderoso en el comercio y el emprendimiento. Quiere que el Zulia tenga los hospitales y las mejores escuelas, que nuestra Universidad del Zulia vuelva a florecer con las demás universidades. Quiere eso y mucho más y de la mano de los zulianos lo vamos a lograr.
Por Iraida Josefina Villasmil