La suspensión de Venezuela como miembro del Mercado Común del Sur (Mercosur), que cumplió cinco años esta semana, supuso el comienzo del aislamiento del país caribeño de los sistemas de integración y de gran parte de la comunidad internacional, una situación agravada con el paso del tiempo, pero con posibilidad de revertirse.
El diputado opositor Óscar Ronderos explicó a EFE que la decisión de suspender al país caribeño no necesariamente ha de ser permanente, ya que, en este momento, «el Ejecutivo venezolano tiene resuelto el problema» que dio lugar a su salida del Mercosur, relacionado con presuntas violaciones de derechos humanos.
Ronderos recordó que el Mercosur no suspendió a Venezuela «como país» ni a todos los poderes del Estado, sino que «solamente» el Ejecutivo fue separado por incumplir uno de los requisitos del bloque, que es el relacionado con el respeto a los derechos humanos.
¿Qué supuso para Venezuela la salida del Mercosur?
Venezuela, según Ronderos, «se vio privada de muchos privilegios, como el arancel cero, por ejemplo», que permitía ingresar productos venezolanos en el resto de naciones del Mercosur «sin pago de impuestos» y, del mismo modo, «recibir productos de ellos», fundamentalmente, del sector alimentario.
En su opinión, Venezuela «nunca le sacó todo el provecho» a su paso por el Mercosur, que duró poco más de 10 años, desde su adhesión el 5 de julio de 2006 hasta la suspensión definitiva en diciembre de 2016.
Igualmente, el diputado consideró que el Mercosur «tampoco aprovechó la industria petrolera de Venezuela», de modo que el perjuicio fue bidireccional, impidiendo para todos «una economía más útil».
No obstante, Ronderos se mostró esperanzado en que la situación de Venezuela en relación con el bloque se resuelva y vuelva a ser readmitida como miembro pleno.
Señaló que la vuelta del país caribeño sería importante, con el objetivo de que se reactiven las «oportunidades comerciales y de inversiones» a través de la «integración competitiva de las economías nacionales al mercado internacional».
Pero planteó como una de las posibles trabas la opinión del Gobierno de Brasil, presidido por Jair Bolsonaro, al respecto, ya que es uno de los países más fuertes del Mercosur y sus planteamientos, mientras esté al frente el actual mandatario, «no serían favorables» al regreso de Venezuela al mecanismo integrador.
Argumentos para la suspensión
En agosto de 2016, las autoridades de Brasil, Argentina y Paraguay discutieron la suspensión de Venezuela del organismo. Los tres países presentaron dudas sobre si Venezuela cumplía, en aquel momento, con los requisitos para ser miembro pleno.
Tras varias reuniones, debates, acuerdos y desacuerdos, el 21 de noviembre del mismo año, el ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay, Eladio Loizaga, anunció que Venezuela sería suspendida, definitivamente, en menos de un mes, al hacer caso omiso de la petición del bloque para que reformara sus leyes para cumplir los requisitos establecidos.
Desde el Mercosur, se reclamó a Venezuela el cumplimiento de las exigencias, principalmente en asuntos comerciales, de política, democracia y derechos humanos.
Al continuar incumpliendo la normativa fijada por el organismo, el 2 de diciembre de 2016 el país caribeño fue suspendido de manera irreversible, al menos en aquel momento.
Durante el período en que la nación formó parte del Mercosur, solo la mitad fue miembro pleno, ya que desde que en 2006 firmara el Protocolo de Adhesión, y con ello comenzara el proceso, fue 6 años después cuando logró completarlo.
Pero el protagonismo de Venezuela en el organismo no finalizó con su salida. En agosto de 2017, los ministros de Relaciones Exteriores de los Estados miembros firmaron una declaración que señalaba que en el país caribeño se produjo «ruptura del orden democrático», por lo que se trató de obtener explicaciones del Gobierno de Nicolás Maduro, sin lograr una respuesta.
Por: Agencia