Los organizadores de la Superliga relanzaron el jueves su proyecto con un nuevo formato que incluye varias divisiones que englobarían un máximo de 80 equipos europeos y que estarían al margen de la autoridad de la UEFA.
Al presentar un decálogo de 10 principios para el proyecto, A22 Sports Management dijo que “hemos hablado con casi 50 clubes” sobre la nueva propuesta, dos años después del fracaso del primer lanzamiento. No quedó claro cuántos clubes respaldarían el proyecto privado que competiría directamente con la Liga de Campeones.
El documento trasciende tras el revés legal que A22 — con sede en Madrid — sufrió en diciembre ante el Tribunal de Justicia de Europa en Luxemburgo en la demanda que radicó contra lo que asegura es el control monopólico que mantiene la UEFA en el fútbol europeo. Athanasios Rantos, abogado general de la Unión Europea, planteó que el tribunal reconoce la autoridad de la UEFA para manejar las competiciones de fútbol en el continente.
Se espera un fallo definitivo del tribunal antes que culmine la actual temporada.
“Nuestro objetivo es presentar a Europa, tras la resolución del caso, un proyecto deportivo sostenible para las competiciones de clubes y abierto, como mínimo, a los 27 Estados miembros de la Unión Europea”, dijo A22 el jueves.
El decálogo responde a la promesa que los líderes de A22 hicieron en 2021 de incluir a más clubes y más países.
“La participación cada temporada debería basarse en el mérito deportivo, sin que existan miembros permanentes”, dijo A22.
Doce clubes de España, Italia e Inglaterra lanzaron el primer proyecto en abril de 2021. El mismo consistía en una liga de 20 equipos con 15 equipos fundadores que no estarían expuestos a un descenso. El plan recibió el aval del banco JP Morgan Chase, que posteriormente se disculpó por un “error de juicio”.
La Superliga se desmoronó en cuestión de dos días ante el rechazo de la UEFA, aficionados y legisladores. Parlamentarios en Inglaterra prometieron aprobar una ley en contra del nuevo torneo. Real Madrid, Barcelona y Juventus fueron los únicos clubes que respaldaron abiertamente el recurso presentado en Luxemburgo.
El presidente del Barcelona, Joan Laporta, dijo el jueves que la Superliga “está progresando” y al mismo tiempo instó a más negociaciones entre sus promotores y los actuales jerarcas del fútbol.
“Defendemos la libre competencia, pero sin romper el diálogo con la EUFA armonizándose con las competiciones nacionales, que conviviera como convive la Champions”, dijo Laporta.
La Asociación de Hinchas de Fútbol de Inglaterra se burló de la nueva propuesta: “El cadáver andante que es la Superliga Europa hace otro arreglo decorativo con la actitud propia de un zombie”, disparó.
Es poco probable que los clubes ingleses se sumen al relanzamiento del proyecto. El esplendor económico de la Liga Premier se ha fortalecido en los últimos dos años.
La brecha entre Inglaterra y el resto — plasmado en el gasto descomunal de la Premier en el mercado de pases de enero y las enormes pérdidas sufridas por Barcelona y Juventus el año pasado — podrían obligar que jerarcas en el continente busque otras alternativas para competir.
“Para sobrevivir, clubes españoles y franceses han hipotecado su futuro, vendiendo derechos audiovisuales por 50 años (incluso por plazos superiores) y parece que otros clubes europeos seguirán el mismo camino”, resaltó A22, cuyo primer proyecto fue visto como un plan de rescate a clubes históricos que ya recibieron los mayores ingresos.
Para que un proyecto al margen de la UEFA pueda prosperar, se necesitaría el apoyo de clubes con arraigo en ligas más pequeñas como las de los Países Bajos, Portugal y Escocia.
“Los clubes participantes pudieron seguir comprometidos con sus competiciones y torneos nacionales, tal y como hacen en la actualidad”, señaló A22.
Al lanzar su proyecto hace dos años, los mismos clubes que por entonces controlaban la Asociación de Clubes de Europa (ECA) seleccionaron negociaciones con la UEFA para modificar el formato de la Liga de Campeones.
La UEFA ocurrió los cambios en abril de 2021 pese al descanso de sus relaciones con los clubes y los mismos entrarán en vigor el año próximo. Se disputarán más partidos con el objetivo de un incremento del 30% en ingresos y premios.
Al responder al anuncio del jueves, la ECA dijo que es “solo otro intento deliberadamente distorsionado y engañoso para desestabilizar el trabajo constructivo que llevan a cabo las verdaderas partes interesadas del fútbol”.