La Reserva Federal de Estados Unidos (FED) ha decidido elevar los tipos de interés del país en 50 puntos básicos, hasta situarlos en un rango objetivo de entre el 0,75 por ciento y uno por ciento, según ha informado este miércoles en un comunicado.
Se trata de la mayor alza del precio del dinero desde el año 2000, hace 22 años. Desde entonces las subidas de tipos siempre se habían limitado a ser en tramos de 25 puntos básicos.
La autoridad monetaria acordó empezar a reducir el tamaño de su balance a partir del mes de junio, a razón de 37 mil 500 millones de dólares por mes durante un periodo inicial de tres meses. Tras ese tiempo, el volumen de reducciones se elevará.
El movimiento del banco central de EEUU llega a pesar de que la economía de Estados Unidos se contrajo un 0,4 por ciento en el primer trimestre del año frente a los tres meses precedentes, como consecuencia del repunte de casos de COVID-19 por la variante ómicron y la elevada inflación, según informó el Gobierno.
La autoridad monetaria ha mandado un comunicado en el que explica que “la creación de empleo han sido elevada en los últimos meses mientras que la tasa de desempleo ha caído con fuerza. La inflación sigue siendo muy elevada, lo que refleja los desequilibrios de la oferta y la demanda provocados por la pandemia de COVID, el incremento de los precios de la energía y la presión sobre los precios”.
Jerome Powell, presidente de la Fed, no ha dudado en mandar varios avisos en los que vaticinaba varias subidas de tipos en 2022 con el objetivo de atajar la inflación. Estados Unidos registró en marzo la tasa de inflación más elevada desde 1981, de un 8,5 por ciento, impulsada especialmente por el encarecimiento de la energía, los alimentos y la vivienda, detalla EFE.
El Gobierno estadounidense achaca el fenómeno fundamentalmente a la guerra en Ucrania y se refiere a la inflación reiteradamente como “la subida de precios de Putin”, en referencia al presidente de Rusia, Vladímir Putin. Aunque la realidad es que el proceso inflacionista en Estados Unidos empezó mucho antes que la invasión de Ucrania, debido a los cuellos de botellas en el comercio internacional y una demanda interna disparada tras el levantamiento de los encierros provocados por la covid.
El movimiento de la FED acentúa la presión sobre el Banco Central Europeo (BCE). La semana pasada, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, y otros responsables del organismo, como el vicepresidente Luis de Guindos, adelantaron a julio la expectativa de una primera subida de los tipos de interés oficiales, desde el cero por ciento en el que están ya desde hace seis años.
Por: Agencias / Foto: Cortesía