En la imagen, de Peter Nicholls, los corgis reales esperan el cortejo fúnebre a su paso por Windsor. Los perros de la reina fueron adoptados por el príncipe Andrés y su exmujer, Sarah Ferguson. Ellos mismos regalaron estas mascotas a la reina hace poco más de un año para animarla ante la enfermedad de su marido.
Isabel II fue una gran amante de los animales. Tan icónico como sus sombreros o su collar de perlas fue su jauría de corgis, de los que tuvo más de 30 a lo largo de su vida. Honey, Pickles, Tinker, Chipper, Pipper… Casi todos ellos descienden de Suzan, una perrita de esta raza de pastoreo típica de Gales que le regalaron sus padres cuando cumplió 18 años, reseñó El País.
“Mis corgis son mi familia”, dijo la reina en una ocasión. Algo que confirmaron a lo largo de los años trabajadores de palacio, que aseguran que la reina los cuidaba personalmente y que para ella darles de comer y pasearlos era una forma de relajarse y olvidar los problemas familiares y laborales.
Los corgis, llamados Muick y Sandy, vivirán en el Royal Lodge de Windsor, la vasta finca que el príncipe comparte con su exesposa,
Por Agencia