En 1555 se publicó el libro “Las profecías del señor Michel Nostradamus” que se convirtió en un referente para quienes desean avistar un presunto futuro. Nostradamus, un astrólogo y médico francés, alcanzó fama en Europa por sus vaticinios. Siglos después, en el actual contexto mundial, resurge una predicción de Nostradamus sobre “la gran guerra” que se ha relacionado con el conflicto en Ucrania.
Desde que estalló la guerra entre Rusia y Ucrania los temores de que ocurra una tercera guerra mundial se han esparcido por el mundo. La posibilidad de que otras naciones se involucren no suena descabellada en tanto el conflicto armado se desarrolla sin tregua.
Las predicciones de Nostradamus consignadas en su libro, cuya última edición contaba con 942 cuartetas de cuatro versos con frases enigmáticas, se han interpretado a lo largo de los años en diferentes momentos de la historia, como el ascenso de Hitler al frente del gobierno alemán, el atentado que terminó con la vida de John F. Kennedy y el ataque a las Torres Gemelas el 11 de septiembre de 2001. La circunstancia en Ucrania no es la excepción.
Según un reporte de The Mirror, Nostradamus escribió: “Siete meses de la Gran Guerra, gente muerta por malas acciones. Rouen, Evreux no caerán ante el Rey“, lo que podría interpretarse como una referencia al conflicto ucraniano aunque, a decir del mismo profeta, la ciudad francesa de Rouen permanecería a salvo.
El profeta también menciona “un fuego celestial en el edificio real”, que según sus intérpretes podría referirse al comienzo de un nuevo orden mundial y el final de la historia como la conocemos.
De acuerdo con la misma publicación, Nostradamus habría predicho eventos relacionados con el fin del mundo para este 2022, como la inflación, el hambre, el golpe de un asteroide y robots de inteligencia artificial que podrían intentar apoderarse del mundo.
Sin embargo, los historiadores señalan que las profecías de Nostradamus fueron escritas en un contexto religioso que pretendía asustar a las personas al mostrar los peligros de la maldad humana y de olvidar las enseñanzas cristianas.
Por: Agencia