Hace 46 años, la Nasa lanzó la sonda espacial Voyager 1 para convertirse en la primera nave en llegar al espacio interestelar en 2012 y, desde entonces, dicho instrumento se encuentra fuera del Sistema Solar a más de 24 mil millones de kilómetros de la Tierra. Pero, desafortunadamente, desde diciembre del año pasado, la agencia espacial estadounidense ha tenido bastantes problemas con Voyager 1 porque uno de los tres ordenadores no estaba mandando la señal de la sonda.
Dicho problema impidió que se enviasen datos científicos a la Tierra, debido a que la unidad de telecomunicaciones empezó a transmitir un patrón repetitivo de unos y ceros. Sin embargo, tras detectar que la fuente del problema era el sistema de datos de vuelo (FDS, por sus siglas en inglés), el equipo de la Nasa reinició la sonda para intentar devolverla al estado en el que se encontraba antes. No obstante, Voyager 1 siguió enviando datos inutilizables y los investigadores descubrieron que dicho instrumento espacial estaba perdiendo su capacidad de comunicarse con el equipo técnico de la Tierra.
Para continuar con la historia, a mediados de marzo, los científicos detectaron una actividad inusual en una sección del FDS y descifraron una señal para hacer una lectura completa del sistema de datos de vuelo. Y, después del descifrado, los científicos se dieron cuenta de que se trataba de un comando enviado a Voyager 1 para identificar y solucionar posibles áreas problemáticas, además, la lectura mencionada resolvió la incógnita sobre qué pasó con la sonda espacial durante los últimos meses.
Tras este «rayo de esperanza», los ingenieros han estado analizando los datos recopilados e identificando la fuente del problema, debido a que esta señal descifrada marca un antes y un después en la misión Voyager para seguir navegando por el espacio estelar.
Esto significa que, después de conocer la causa del problema, la Nasa confirma en su blog oficial que «una pequeña porción de memoria corrupta en una de las computadoras a bordo de la sonda Voyager 1 ha estado causando que la nave espacial envíe datos científicos ilegibles a la Tierra desde noviembre del año pasado».
A la izquierda, un trozo de basura de la EEI. A la derecha, el agujero que provocó la caída de dicho desecho espacial.
¿Qué pasó con la sonda Voyager 1?
El mes pasado, el equipo de la Nasa emitió un «comando empujar» para solicitar a la nave espacial que enviara una lectura de la memoria FDS, de esta manera, el equipo confirmó que, aproximadamente, el tres por ciento de la memoria estaba dañada, impidiendo que la computadora llevara a cabo operaciones normales.
Dicha agencia espacial sospecha que «un único chip responsable de almacenar parte de la parte afectada de la memoria FDS no está funcionando”, asimismo, «los ingenieros no pueden determinar con certeza qué causó el problema. Dos posibilidades son que el chip haya sido golpeado por una partícula energética procedente del espacio o que simplemente se haya desgastado después de 46 años».
La Nasa agrega que, aunque puede llevar semanas o meses, «los ingenieros son optimistas de que pueden encontrar una manera de que el FDS funcione normalmente sin el hardware de memoria inutilizable, lo que permitiría a la Voyager 1 comenzar a devolver datos de ciencia e ingeniería nuevamente».
La importancia de Voyager 1 en las misiones de la Nasa
La nave espacial se lanzó en 1977, el mismo año del lanzamiento de su «gemela», la Voyager 2. En un principio, ambas sondas no iban a salir del Sistema Solar y tenían la misión de explorar el entorno de los planetas más alejados –Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno–.
No obstante, tras los buenos resultados obtenidos, la Nasa decidió darle una segunda vida para explorar fuera de los límites de nuestro sistema. Independientemente de que este fallo vaticine el fin de Voyager 1, esta ha conseguido mucho más de lo que se proponía al principio y, asimismo, la otra sonda seguirá descubriendo que hay más allá de nuestras fronteras.
Por: Agencias / Foto: Cortesía