Con una pieza hexagonal de metal de la Torre Eiffel en el centro y unos rayos que recuerdan a los pliegues de una escarapela, la Moneda de París da los últimos retoques a las medallas que recompensarán a los atletas de París-2024.
Esta institución, que acuña las monedas francesas, empezó en enero a fabricar las 5.084 medallas olímpicas, diseñadas por la joyería Chaumet, que colgarán del cuello de los victoriosos atletas olímpicos y paralímpicos.
Su confección, que termina a finales de junio, cuenta con «más de 30 etapas» desde la recepción de los metales hasta su transformación en medallas, explica el presidente ejecutivo de la institución, Marc Schwartz.
En la sede del siglo XVIII de la Moneda a orillas del Sena en París, donde se codean maquinaria industrial y herramientas tradicionales de madera y metal, cada medalla pasa de un taller a otro cuidadosamente.
Una prensa de 700 toneladas graba a presión los metales con los motivos previstos: rayos en el anverso y la diosa griega de la victoria Niké en el reverso, para las medallas olímpicas. Las paralímpicas contarán con una vista de la Torre Eiffel con inscripciones en braille.
«Para nosotros, no es una medalla, es una joya. Y la diseñamos como una pieza única para cada atleta«, asegura Benoit Verhulle, jefe de taller de Chaumet, quien destaca el «saber hacer» de sus artesanos y de la Moneda.
En la actualidad, el país organizador fabrica sus propias medallas, pero el francés Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos modernos, ya pidió a la Moneda de París que lo hiciera para Atenas-1896.
«Orgullo»
«Es un orgullo para nosotros» fabricar estas medallas, explica Jacky Frehel, director industrial de la institución, que destaca que, tras los Juegos, estas viajarán por todo el mundo junto a los atletas vencedores.
Estos círculos de bronce, plata y oro requerían una gran puesta a punto por parte de los artesanos e ingenieros de la empresa para insertar, por ejemplo, un fragmento de la Torre Eiffel en su corazón.
«Tener un trozo de un icono de París, la Torre Eiffel, fue literalmente mágico. No sabíamos si era posible hacerlo«, explica Joachim Roncin, director de diseño de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París-2024.
Otra particularidad es la desaparición de la anilla que servía para deslizar la cinta en la medalla, que ahora se introduce directamente en una ranura situada en su borde.
Según Schwartz, se trata de un «verdadero desafío técnico«, realizado por un técnico que consiguió adaptar una máquina existente.
El grabado de las pruebas a las que van destinadas y el envoltorio son las últimas etapas del recorrido de las medallas en la Moneda de París, a razón de 120 al día.
A continuación, se embalan cuidadosamente para su entrega a Brinks, empresa especializada en el transporte de fondos, que las guardará en un lugar seguro antes de distribuirlas a cada evento.
Y para evitar que se pierdan o lleguen a un lugar equivocado, cada presea lleva un microchip.
Por: Agencia