La fuerza regional de Comunidad para el Desarrollo de África Meridional (SADC) empezó este miércoles su despliegue en el este de la República Democrática del Congo (RDC), para imponer la paz en un territorio sacudido por la violencia de un centenar de grupos armados, informó hoy el Ejército congoleño.
Un primer contingente de soldados sudafricanos llegó a Goma, capital de la provincia noroccidental de Kivu del Norte, detalla EFE.
Según indicó a medios locales el portavoz de las Fuerzas Armadas de la RDC y gobernador militar en Kivu Norte, teniente coronel Guillaume Ndjike, las tropas llegaron con un «mandato ofensivo» y con el objetivo de apoyar al Ejército congoleño en su lucha contra los rebeldes, especialmente el Movimiento 23 de Marzo (M23).
Ndjike no precisó el número concreto de efectivos desplegados ni las zonas de intervención.
El despliegue se produjo después de que otro bloque regional, la Comunidad de África del Este (EAC, en sus siglas en inglés), completara el pasado 21 de diciembre la retirada de su propia fuerza después de que las autoridades congoleñas no renovaran su mandato, que venció el 8 de diciembre.
El pasado 4 de noviembre tuvo lugar una cumbre de la SADC en Luanda en la que sus líderes reiteraron la necesidad de enviar tropas ante «la reanudación de los ataques y la ocupación del territorio» por parte del M23.
La SADC, integrada por 16 países, aprobó el pasado mayo el despliegue de militares del bloque en el este de la República Democrática del Congo.
En los últimos meses, se han producido enfrentamientos entre el M23 y grupos armados afines al Ejército en los territorios de Masisi, Rutshuru y Nyiragongo, en Kivu del Norte.
Según Naciones Unidas, aproximadamente un millón de personas en esa provincia se ha visto desplazado por ese conflicto, que empezó en 2022.
El M23 resurgió en marzo de 2022 tras varios años de escasa actividad y en pocos meses ocupó numerosas áreas y localidades estratégicas en el este de la RDC, si bien se retiró de algunas de esas zonas a mediados de este año por la presión de la EAC.
Sus combates se reactivaron a comienzos del pasado octubre, esta vez contra otros grupos rebeldes que colaboran con el Ejército congoleño para impedir el avance de esos insurgentes, tras meses de relativa calma.
Las ofensivas del M23 también han desencadenado una escalada de tensiones entre la RDC y Ruanda por la presunta colaboración de Kigali con el grupo, extremo que las autoridades ruandesas siempre han negado, pese a que al menos dos informes de la ONU lo han confirmado.
Ruanda y el M23 acusan al Ejército congoleño de cooperar con las rebeldes Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), fundadas en dos mil por cabecillas del genocidio de 1994 y otros ruandeses exiliados en RDC para recuperar el poder político en su país de origen.
Esa colaboración también ha sido confirmada por la ONU.
Desde 1998, el este de la RDC está sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y el Ejército congoleño, pese a la presencia de la misión de paz de la ONU (Monusco).
Por: Agencias / Foto: Cortesía