jueves, noviembre 21

La fiesta de los refugiados en el Carnaval carioca se convierte en documental

La fiesta que una veintena de refugiados vivió en el último Carnaval de Río de Janeiro fue volcada en un documental que rinde homenaje a la «resistencia» de quienes tuvieron que dejar todo atrás para huir de persecuciones y conflictos.

El homenaje está implícito en el propio título -«Resistencia. La jornada de los refugiados en el Carnaval«- producido por ACNUR en abril pasado, cuando veinte de esos extranjeros acogidos en Brasil se disfrazaron para desfilar con la escuela de samba Salgueiro.

El filme, dirigido por Betania Furtado, está centrado en cinco de esos refugiados y muestra algo de la nueva vida que han iniciado en Brasil, aunque se explaya más sobre su inserción en el mundo de la samba y el Carnaval carioca, una verdadera referencia cultural y de la resistencia de los más humildes que pueblan las favelas de Río.

Los protagonistas son la venezolana Ingrid Carmen Bucán, de 47 años, la angoleña Filomena Ester (22), el congoleño Yves Abdalla (30), el marroquí Mohammed Amin (36) y el sirio Adel Bakkour (28).

A los pocos meses de su llegada a Río, la refugiada venezolana Ingrid Bucán se alista para su debut en el desfile, ayudada por su hija.

Ellos mismos se ríen de sus primeros pasos en la samba y del duro proceso de aprendizaje en los ensayos de la escuela de Salgueiro, una de las más tradicionales de Río de Janeiro, como todas repleta de experimentados bailarines y que les acogió tras un acuerdo con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).

Con su toque caribeño, Ingrid conectó bastante más fácil con la samba, al igual que Yves y Filomena, identificados con sus raíces de la África subsahariana.

No fue el caso de Mohammed y Adel, bastante más duros a la hora de soltarse con el ritmo endiablado de los tambores de Salgueiro, pero que a duras penas lograron sacudirse como si fueran cariocas.

Yves Abdalá ayuda a su compañero refugiado Abdel Bakkour arreglando los últimos detalles de su disfraz, antes de que los dos desfilen en el Sambódromo.

A punta de ensayos, todos pudieron confundirse entre las cerca de 3.000 personas que desfilaron el pasado 22 de abril en el Sambódromo con Salgueiro, que este año, en un Carnaval celebrado fuera de época por la pandemia de covid, le cantó a la resistencia y a la presencia de la población afrodescendiente en Río de Janeiro.

«Son historias diferentes, de países diferentes«, y muestran cómo «el carnaval fue entrando de la vida de esas personas» que «pasaron por cosas muy difíciles» y se vieron reflejadas en una samba como la de Salgueiro, que invita a la «resistencia» ante las dificultades, dijo a Efe la productora del documental, Renata Figueiredo.

El filme fue presentado la noche de este miércoles en Brasilia, en una ceremonia que reunió a diplomáticos, representantes de las Naciones Unidas en el país y a muchos de los refugiados acogidos en la capital brasileña, en su mayoría procedentes de Venezuela.

Entre estos últimos estaba Diana Isabel Mundrain, quien llegó a Brasil desde Venezuela hace nueve meses y se sintió «identificada» con la película.

«No solamente somos los venezolanos, no solamente es nuestra historia. Es la historia de muchas personas forzadas a salir de sus casas, a dejar atrás la vida y los sueños» para «volver a nacer«, dijo a Efe.

Según las estadísticas de ACNUR, Brasil le ha otorgado el estatus de refugiado a cerca de 62.000 extranjeros que han huido de guerras, persecuciones y crisis sociales y económicas en cerca de 50 países.

La mayoría procede de Venezuela (78 %), Siria (7 %) y República Democrática del Congo (7 %), tres de los países representados en el desfile de Salgueiro.

Según dijo a Efe el portavoz de ACNUR en Brasil, Luiz Fernando Godinho, después de esta primera exhibición privada, el documental será presentado en diversos festivales, antes de ser difundido en plataformas digitales.

La primera cita será en octubre próximo, en el Festival de Cine de Río de Janeiro, escenario de este documental que es también una oda a la sensibilidad humana y a la capacidad de integración de las personas.

Por: Agencia