viernes, noviembre 22

La fe y la jovialidad se mantienen intactas en Cira Delia Fuenmayor a sus 102 años

 

Con una gran sonrisa, un bastón en sus manos y la cifra 102 pintada en sus uñas, Cira Delia Fuenmayor celebra este 6 de junio un siglo más dos años, junto a su familia, en su casa de antaño ubicada en el municipio Mara.

Con la fe inquebrantable, Cira Delia agradece a Dios y a Jesús de la Misericordia, cumplir otro año de vida, el equipo de Foco Informativo conversó con la madre de siete hijos, una gran cantidad de nietos, 35 bisnietos y ocho tataranietos.

«Yo sé que Dios me ama. Yo tengo un Jesús de la Misericordia en toda la puerta que me regalaron, cuando me levanto en las mañanas le rezo y le pido que venga gente con un saludo cariñoso, además de un plato de comida», manifestó.

Son muchos los años que lleva de recorrido Cira Delia Fuenmayor, y en su recuerdo está que cuatro de sus siete hijos están al lado del Creador.

«Son muchos años, y muchos sufrimientos, recuerdo y extraño a mis hijos que partieron de esta vida, además de una que se me fue muy lejos a otro país, aunque aquí cuento con dos hijos que se han quedado aquí», comentó con lágrimas.

La centenaria solo pide que la quieran, por lo que a todos los que llegan con un gesto cariño inmediatamente le tiende un abrazo fraternal, que solo una madre puede dar.

 

Trabajos laboriosos

Cira Delia Fuenmayor recordó que cuando era joven trabajó mucho, varios fueron sus oficios para salir adelante en el municipio Mara.

«Tuve muchos oficios, yo recogía leña para cocinar con ella, además antes cuando no existía mucho la harina lista yo pilaba el maíz en un pilón, me casé joven con un muchacho humilde pero salimos adelante», narró.

Gracias a una operación de cataratas, la centenaria puede ensartar un hilo en la aguja, aunque por el pasar del tiempo tiene poca audición en uno de sus oídos.

«Con todo lo que me ha pasado, igual camino, me levanto, barro, recojo los corotos que están regados, hace poco me caí, pero aquí estoy caminando y siendo útil en la casa», manifestó.

Para este martes 6 de junio, Cira Delia ríe y canta sus canciones favoritas de Gardel, mientras espera el mayor regalo que quiere recibir.

«Yo pido que vengan mis hijos y el sacerdote para que me dé la comunión y sentirme en paz con el Señor, al recibirlo ese es el regalo que quiero», comentó con la mirada brillante de orgullo.

La mujer que este martes apagará 102 velitas, quiere seguir bailando, riendo y compartiendo con los hijos que siguen muy cerca de ella.

Por: Evelis Borjes/ Fotos y video: Cortesía