El número de niños que sufren desnutrición en el noreste de Siria, un país en guerra desde 2011, aumento en 150%, alertó el jueves la ONG Save the Children, que lanzó un llamado urgente a los donantes.
«Cada día tenemos más niños desnutridos«, dijo la ONG en un comunicado, en el que afirmó que había contabilizado más de 10.000 niños desnutridos adicionales en menos de un año, lo que elevaba el total a 16.895 niños desnutridos.
La guerra civil ha fragmentado Siria y ha provocado el colapso de su economía, con un 90 % de la población por debajo del umbral de la pobreza y un récord de 9,3 millones de niños sirios que necesitan ayuda humanitaria, según la ONU.
La situación parece ser aún más precaria en las zonas fuera del control de Damasco.
El punto de acceso de Al-Yarubiyah, en la frontera con Irak, por el que solía pasar la ayuda de la ONU en el noreste, fue cerrado en 2020 bajo la presión de Rusia, país aliado del régimen de Bashar al Asad, limitando el acceso a la ayuda de la población.
Desde entonces, la entrega de ayuda a estas zonas controladas por la administración semiautónoma kurda requiere la aprobación de Damasco.
«Mientras que el salario medio por familia no ha aumentado, los precios de los alimentos han subido un 800% entre 2019 y 2021 y siguen subiendo en 2022«, señaló la ONG.
Save The Children pidió a los donantes que «redoblen sus esfuerzos para hacer frente a la crisis alimentaria y mitigar sus devastadores efectos en los niños«.
También urgió a los líderes reunidos en Egipto para la COP27 que reconozcan que el cambio climático, «al igual que la sequía en el norte de Siria«, está afectando «a los niños de todo el mundo«.
Por: Agencia