Funcionarios estadounidenses se reunieron esta semana con representantes del presidente venezolano, Nicolás Maduro, en México para expresar sus preocupaciones sobre el proceso electoral de Venezuela, dijo el viernes un funcionario de la Casa Blanca.
La reunión secreta se celebró cuando se acercaba la fecha límite del 18 de abril para que Estados Unidos decidiera si reimponer sanciones a la industria petrolera de Venezuela en respuesta a lo que Washington considera el fracaso de Maduro en cumplir sus compromisos de celebrar elecciones libres y justas a finales de este año, reseñó Reuters.
La administración Biden ha prometido restablecer las sanciones petroleras que suspendió en octubre a menos que Maduro avance en el cumplimiento de sus promesas para las elecciones presidenciales del 28 de julio.
Su gobierno ha puesto obstáculos importantes a la participación de la oposición, incluida la prohibición de que su principal candidata, María Corina Machado, se presente contra Maduro.
«El propósito era expresar nuestras preocupaciones sobre el proceso electoral de Venezuela», dijo sobre la reunión un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca.
Daniel Erikson, director senior de Asuntos del Hemisferio Occidental de la Casa Blanca, encabezó la delegación estadounidense en las conversaciones, que se llevaron a cabo el martes en Ciudad de México. Bloomberg News fue el primero en informar sobre la reunión.
El portavoz del NSC se negó a proporcionar detalles sobre las discusiones, incluso si los participantes hablaron sobre sanciones a Venezuela, miembro de la OPEP o si se logró algún progreso o se redujeron las diferencias.
El Ministerio de Información de Venezuela no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.
Los asesores del presidente estadounidense Joe Biden todavía están discutiendo una serie de opciones antes de que expire el jueves una licencia temporal estadounidense que ha permitido a Venezuela vender libremente su crudo, según personas familiarizadas con el asunto.
No se ha tomado una decisión final, dijeron las fuentes. Estados Unidos proporcionó un alivio parcial de las sanciones en octubre en respuesta a un acuerdo electoral alcanzado en Barbados entre el gobierno de Maduro y la oposición. El acuerdo incluía el derecho de la oposición a elegir su propio candidato presidencial.
El compromiso diplomático de la administración Biden con Maduro y la flexibilización de las sanciones estadounidenses marcaron un alejamiento importante de la política de «máxima presión» del expresidente Donald Trump.
Pesando sobre las deliberaciones actuales de Estados Unidos están las preocupaciones sobre si volver a imponer sanciones al sector energético de Venezuela podría estimular el aumento de los precios mundiales del petróleo y aumentar el número de inmigrantes venezolanos que se dirigen a la frontera entre Estados Unidos y México.
En enero, Estados Unidos volvió a imponer algunas sanciones no relacionadas con el sector energético después de que la Corte Suprema de Venezuela confirmó la prohibición electoral impuesta a Machado por lo que dijo era su apoyo a sanciones y acusaciones de corrupción, lo que ella niega. Washington también ha condenado las detenciones de activistas de la oposición por parte de las autoridades venezolanas.
Por Agencia