Celebridades, íconos culturales y algunos invitados sorpresa se reunieron la noche del domingo para la celebración anual de los Honores del Centro Kennedy en Washington.
Los galardonados de este año con el premio a la trayectoria por logros artísticos fueron el director Francis Ford Coppola, Grateful Dead, el trompetista de jazz Arturo Sandoval y la cantautora Bonnie Raitt. Además, se brindó reconocimiento al teatro The Apollo en Harlem, el cual ha lanzado generaciones de artistas negros.
La elección de honrar a The Apollo es la primera vez que el Centro Kennedy ha elegido conmemorar a un recinto artístico.
“The Apollo significa mucho para muchos de nosotros”, dijo el gobernador de Maryland, Wes Moore, al llegar a la alfombra roja. Moore destacó actuaciones icónicas de Lauryn Hill y un joven Michael Jackson como algunos de los mejores recuerdos de su juventud.
La reconocida cantante Sheryl Crow rindió homenaje a la carrera de Raitt no solo como cantante o compositora, sino como una guitarrista de blues sumamente respetada en un campo dominado por los hombres.
“No estaría haciendo lo que hago si no la hubiera visto actuar cuando tenía 17 años”, dijo Crow, quien compró su primera guitarra poco después de ver a Raitt en concierto.
Raitt predijo una noche emocional.
“Traje una enorme caja de Kleenex y mi delineador a prueba de agua”, señaló entre risas.
La velada comenzó con la presentadora —y homenajeada de 2023— Queen Latifah, quien interpretó un popurrí musical que incluía éxitos de Raitt y Grateful Dead.
La gala en el Centro John F. Kennedy para las Artes Escénicas presenta homenajes personalizados con actuaciones y testimonios de otros artistas. La entrega de medallas se realizó el sábado por la noche en el Departamento de Estado.
En el primer tributo de la noche, Emmylou Harris y Dave Matthews interpretaron una versión del dueto de Raitt con el fallecido John Prine, “Angel from Montgomery”.
Los tributos a menudo se mantienen en secreto de los homenajeados, como sucedió en 2018 cuando Cyndi Lauper le mintió descaradamente a su vieja amiga Cher, diciéndole que no podía asistir. Lauper apareció en el escenario para interpretar el éxito de Cher, “If I Could Turn Back Time”.
En una ceremonia en la Casa Blanca antes de la premiación, el presidente Joe Biden elogió a cada uno de los homenajeados. También hizo que un miembro del público, el actor Robert De Niro, se pusiera de pie antes de declarar, “Si tengo problemas, vendré a ti, amigo”.
De Niro sonrió y asintió y otros presentes, incluidos los homenajeados, se rieron de lo que parecía ser una referencia a los implacables personajes que interpretó De Niro en películas como “The Godfather”. Pero Biden en realidad se refería a que podría buscar la ayuda del actor para recibir consejos sobre su carrera una vez que deje la presidencia.
“Las cosas no se ven bien para febrero”, bromeó Biden. Luego admitió que no sabía cantar ni bailar, pero insinuó que aún podría encontrar la manera de ayudar a la compañía productora de De Niro.
Esta también podría ser la última ceremonia de Honores del Centro Kennedy sin intrigas políticas en mucho tiempo.
Durante el primer mandato de Donald Trump, los funcionarios del Centro Kennedy se vieron obligados a caminar por una cuerda floja pública entre la tradición de que el presidente asista a la ceremonia y la abierta antipatía hacia Trump por parte de varios homenajeados. En 2017, el galardonado Norman Lear amenazó con boicotear su propia ceremonia si Trump asistía. El entonces mandatario, quien asume nuevamente el cargo en enero, no estuvo en la ceremonia durante sus primeros cuatro años en la Casa Blanca.
En la alfombra roja del domingo por la noche, varios demócratas parecieron ofrecer una rama de olivo.
“Espero que venga”, dijo Moore. “Es una maravillosa celebración a la genialidad en todas sus formas”.
La expresidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, agregó: “Creo que realmente lo disfrutaría”.
Por: Agencia