Allard Jackson, un joven estadounidense de 22 años, casi muere cuando desarrolló una grave neumonía causada por su adicción al vapeo y ahora advierte de los riesgos a sus amigos consumidores, recoge Fox News. Allard, de Dakota del Norte, recibió soporte vital durante 70 días y necesitó un doble trasplante de pulmón para recuperarse del síndrome de dificultad respiratoria aguda que desarrolló por su adicción.
«Estaba muy enfermo, apenas podía dormir y vomitaba constantemente. Tenía un 1% de posibilidades de vivir», explicó, según reseña de RT Noticias.
«Lo primero que me pasó por la cabeza fue: ‘¿Podré vivir una vida normal después de esto?'», recuerda el joven. También rememora que comenzó a vapear cuando tenía alrededor de 14 años. «Lo hacía prácticamente sin parar», agregó. Asimismo, indicó que en sus comienzos vapeaba marihuana.
Advertencias
La abuela de Allard, Doreen Hurlburt, señaló que los médicos son conscientes del daño que causan los vaporizadores. «Si fumas cigarrillos durante 50 años, te veremos con cáncer de pulmón, y si vapeas durante 5 años, te veremos con daño pulmonar permanente», fue la advertencia que los médicos le transmitieron a Hulburt.
Ahora, en plena recuperación del doble trasplante, Allard advierte a su amigo que fuma marihuana: «Ten cuidado con eso».
La neumóloga pediátrica del Children’s Minnesota, Brooke Moore, explica que han visto «niños que han estado vapeando durante períodos cortos de tiempo, y no necesariamente con un uso intensivo, que llegan con lesiones pulmonares bastante significativas». «Con los productos de vapeo, no tenemos tantos datos a largo plazo, pero a corto plazo, el riesgo parece ser tan alto como el de los cigarrillos, y yo diría que en algunos casos es peor», añadió.
La mayoría de los pacientes que Moore atiende con problemas relacionados con el vapeo tienen entre 16 y 19 años y presentan algunos problemas de salud mental subyacentes, como ansiedad, depresión o una combinación de estos. «Están usando sus productos de vapeo para automedicarse», subraya Moore. «Esto demuestra que hay un problema mucho mayor en juego que el simple hecho de que las personas vapeen por vapear», concluyó.
Por Agencia.