Jennifer Lopez y Ben Affleck están tomando todas las precauciones para evitar que el circo mediático gire en torno a su próxima boda. Después de reavivar la llama entre los dos durante casi un año, el dúo de poder anunció recientemente que le darán otra oportunidad a casarse.
López publicó un video en su Twitter mostrando un enorme anillo de compromiso verde, que hizo retroceder a todos a principios de la década de 2000. Una época en la que el mundo giraba en torno a la boda de López y Affleck.
Sin embargo, una fuente afirma que la pareja recién comprometida no hará un espectáculo de su boda. “Después de la última vez [su anterior compromiso], no habrá ningún anuncio de cuándo y dónde se casarán. Simplemente lo harán y luego lo anunciarán”, dijo la fuente.
Bennifer se comprometió originalmente en 2002, antes de finalmente cancelarlo y separarse en 2004. Ahora, 20 años después de su compromiso inicial, los dos están de vuelta.
A principios de la década de 2000, se enfrentaron al implacable interés de los medios cuando casi todos los aspectos de su relación llegaron a los tabloides.
Según los informes, una de las razones por las que pospusieron por primera vez la fecha de su boda planeada originalmente se debió a los temores de los paparazzi, con conversaciones sobre considerar “novias señuelo” para desviar la atención.
Antes del gran día en 2003, la pareja emitió un comunicado que decía:
“Debido a la excesiva atención de los medios en torno a nuestra boda, hemos decidido posponer la fecha.
Cuando nos encontramos considerando seriamente contratar a tres ‘novias señuelo’ separadas en tres lugares diferentes, nos dimos cuenta de que algo andaba mal”, continuaron. “Comenzamos a sentir que el espíritu de lo que debería haber sido el día más feliz de nuestras vidas podría verse comprometido”.
Durante una aparición reciente en The Howard Stern Show, Affleck llamó la atención de los medios como uno de los factores principales de su primera ruptura hace mucho tiempo.
“Diría que [la atención de los medios] fue alrededor del 50 por ciento [de lo que destruyó nuestra relación]”, le comentó a Stern.
Esta vez, no se arriesgan. La pareja está tomando varias precauciones para asegurarse de que la boda no se filtre a la prensa ni a los paparazzi.
Una fuente afirmó que “se invitará a los amigos a algo así como un cumpleaños y luego resultará ser una boda y se casarán frente a unas 30 o 40 personas”.
Por Agencia